Estamos ante uno de los Clásico más descafeinados que se recuerdan. El FC Barcelona ya tiene conquistado su doblete y el Real Madrid se encuentra con la mente en Kiev, donde afrontará la final de la UEFA Champions League contra el Liverpool.
Tanto es así, que es el Clásico en el Camp Nou con mayor diferencia de puntos de los últimos 30 años, con un total de 15 puntos que reflejan la superioridad de los de Ernesto Valverde durante el curso.
Por muy desbravado que esté, un partido de esta magnitud siempre se vive con tensión y a la rivalidad siempre patente encontramos dos alicientes. A los culés le queda el reto de conquistar La Liga de forma invicta, algo que no sucede desde los años 30. Sobre el verde todos los focos apuntarán sobre Andrés Iniesta, quién disputará su último clásico.
Hay que remontarse 14 años para encontrar el debut de Iniesta en estos envites, entrando cuando apenas quedaban 20 minutos. Sustituyendo a Henrik Larsson por orden de Frank Rijkaard, en un partido que acabó 3-0 para los blaugrana, anotando Samuel Eto’o, Gio van Bronckhorst y Ronaldinho.
“He tenido la suerte de vivir muchísimos Clásicos de todo tipo. Los que mejor recuerdo son los positivos, como el el 2-6 y el 5-0”.
Andrés Iniesta
Desde entonces se ha enfrentado contra los blancos un total de 37 veces con balance favorable para el manchego, 16 victorias, 9 empates y 12 derrotas contando todas las competiciones, habiendo marcado 3 goles y repartido 8 asistencias.

La duda radica en si Iniesta saldrá de partida o se le reservará para la segunda mitad dadas sus molestias. De estar al 100%, no se esperan sorpresas en el once de Valverde, el habitual desde la llegada de Philippe Coutinho.
Si hay que esperar para ver sus últimos trucos de magia, el Txingurri tiene 4 opciones: Paulinho para reforzar la medular, hacerlo con Sergi Roberto con Nélson Semedo en su retaguardia o colocar en el extremo a Ousmane Dembélé.
La opción del tosco brasileño ha perdido fuerza a medida que ha ido avanzando la temporada y solo se le da pie en situaciones muy concretas.
Sergi Roberto por su parte parece erigirse claramente como lateral, sus incursiones en el centro del campo escorado tampoco han sido decisivas y en el carril defensivo cada vez se siente más cómodo. Esta propuesta da escalofríos tras la hecatombe en Roma.

La opción más viable es la entrada de Dembélé. Aporta verticalidad y puede ser muy útil para ajusticiar la espalda de Marcelo o poner a prueba a Lucas Vázquez, dependiendo de la banda que ocupe. La propuesta del galo sería acorde con la declaración de intenciones de Valverde en su convocatoria y darle confianza de cara al próximo curso.
En estas últimas jornadas sólo queda disfrutar de Andrés Iniesta y regalarle una victoria contra su máximo rival es lo mínimo que se merece.