Estrenamos sección donde nuestros protagonistas deberán seleccionar un portero, un defensa, un centrocampista y un delantero de la historia del FC Barcelona (no pueden seguir en activo) que les hayan marcado por algún motivo personal.
Nos enorgullece enormemente que el primer invitado al Estadi Johan Cruyff sea el director de la extinta Cadena Chopped y que actualmente dirige la cadena del Watter. La parodia de Súper García quedó atrás para dar paso a Joan Fontes, el cual se mantiene como un influencer de Twitter Barça y se erige como obligatorio si sobrevives a la jungla de dicha red social.

Urruti
Urruti, siempre Urruti. Referente para los que peinamos canas. Por su agilidad, sus reflejos, su personalidad y por encima de todo por su carisma. Cuando hice las pruebas del Barça coincidimos con él en el túnel de vestuarios y nos dedicó unas palabras de aliento con mucho cariño. Siempre en mis pensamientos. Nunca unas palabras fueron tan proféticas como las de Puyal en Valladolid en la Liga 84-85: “Urruti t’estimo”.

Ronald Koeman
Ronald Koeman. Su gol en Wembley fue el que más celebré. Un tanto que significó un hito histórico: conseguir la ansiada Copa de Europa. Ronald, no obstante, fue más que eso; representó el liderazgo del Dream Team y vertebró desde la zaga el Barça de Johan Cruyff. Un líder natural y un ganador nato que fue la extensión de Johan sobre el terreno de juego. Sus desplazamientos de balón buscando a Txiki o Hristo, sus goles de falta y esa genialidad contra el Trabzonspor elevando el balón de cuchara, por encima de la defensa que salía a provocar el fuera de juego para acabar marcando de vaselina, fueron algunas perlas que nos donó “ad eternum” el rubio holandés.

Guillermo Amor
En esta demarcación me quedo con un jugador de la casa como fue Guillermo Amor. Sacrificado, llegador, muy correoso defensivamente y no exento de calidad para jugar en la medular. Fue un antihéroe y por eso creo justo recordarle. Su pundonor y su compromiso le dejó fuera de una final de la Recopa contra el Manchester United y de la final de Wembley. Qué pocos hubieran metido la pierna, para cortar un contraataque como hizo él, para como siempre anteponer los intereses del equipo en detrimento de los propios. Suyo fue el gol 4000 en Liga anotado a Zubi en una derrota en Mestalla (4-1).

Romario
Romario: “El jugador de dibujos animados” como muy acertadamente definió Jorge Valdano. Pura fantasía. Estuvo algo más de un año pero fue como un amor de verano: Dulce, arrebatador, mágico y perdurable como un perfume inigualable. Su carta de presentación fue un “hat-trick” ante la Real Sociedad y para sociedad, la que formó con Pep Guardiola, quien le asistió ese día en los tres tantos y el que le cedió el cuero en el recordado gol de la “cola de vaca” ante Alkorta en el espectacular 5-0. Sus bellos goles ante Osasuna, la vaselina a Abel en el Camp Nou o sus magníficas definiciones siempre lejos del alcance de los porteros. Su dúo con Stoichkov fue el cocktail perfecto y su sabor extraordinario todavía perdura en el imaginario colectivo azulgrana.