En un fútbol cada vez más evolucionado -o involucionado, depende de quién lo vea- donde el único objetivo es ganar sin importar el cómo, nos encontramos con equipos que todavía se mantienen fieles a la idea que más les acerca al éxito. Porque en el deporte, en el que todos tienen la obligación de ganar siempre, las victorias son la excepción. Porque la mayoría de las veces lo normal es perder. Y quién entiende la derrota como parte del proceso para llegar a lo más alto lo tiene todo para campeonar. Es la definición perfecta de lo que ha ocurrido con el primer equipo femenino del FC Barcelona que, tras haber encajado golpes año tras año, ha mantenido el plan inicial y la idea de juego que tienen tanto club como entrenador.
Esta será la quinta temporada consecutiva en que las culés buscarán levantar el título de liga -ahora llamado Primera Iberdrola- después de ver cómo el Atlético de Madrid se ha llevado los tres anteriores (y el Athletic la restante). Un trago amargo que se ha calmado con dos Copas de la Reina y una histórica final europea ante el todopoderoso Olympique Lyonnais. No obstante, en este cuarto ejercicio, primero entero de Lluís Cortés en el banquillo, el equipo ha mejorado respecto al de la temporada pasada y está mucho más preparado para competir por todo. Sobre el papel parte como favorito, igual que ha sucedido en las últimas campañas, pero en esta más que nunca. Porque unido a las altas y a las bajas que ha tenido la plantilla, hay un estilo de juego definido, probablemente el mayor argumento del Barça 2019/20.
Altas | Bajas |
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La plantilla actual es mucho más completa y compensada que en anteriores ejercicios. Las nuevas incorporaciones mejoran lo que había, elevan la competencia y, en consecuencia, las alternativas/variables de las que dispone el entrenador son de más nivel. Además, se pueden dibujar varios esquemas en función del contexto para sorprender al rival. El único ‘pero’ de este Barcelona -por poner alguno- es el fondo de armario en la línea defensiva, donde se necesita una lateral diestra que le de descanso a Marta Torrejón y una cuarta central. Ahí el técnico podría optar por Laia Codina, que ha demostrado su nivel en pretemporada, y/o Jana Fernández. Ambas son canteranas de mucho nivel que pueden suplir con garantías a las titulares.
En cuanto a los diferentes esquemas que puede utilizar el técnico, partimos de la base de que este equipo seguirá apostando por el 4-3-3 de inicio. En este sistema Kheira Hamraoui parte como titular en el pivote y la acompañan Alexia Putellas en un interior y Vicky Losada o Aitana Bonmatí en el otro. Con la egarense, más posicional, Hamraoui tiene más libertad para llegar de segunda línea sin temer por tener o no bien cubiertas las espaldas mientras que con la ’14’ quién se queda haciendo la labor de pivote en caso de que suba la francesa es Alexia. En punta de ataque situamos a Jennifer Hermoso, aunque Oshoala tiene muchos números de competir por la titularidad, y en las bandas Caroline Graham Hansen en la derecha y Lieke Martens en la izquierda.
De optar por otra disposición táctica, esta sería un 4-2-3-1 con Kheira acompañada por Vicky o Patri en el doble pivote y Jennifer Hermoso por detrás de la delantera, en este caso Oshoala. Lo que gana el FC Barcelona es que la delantera española actúa por detrás de una ‘9 referencia’, ocupando posición en la que se siente más cómoda y en la que jugó toda la temporada pasada con el Atlético de Madrid. Destacar también que estos sistemas no son fijos dada la polivalencia de las futbolistas de la plantilla; así Patri puede jugar como pivote o como interior, igual que Vicky Losada o Mariona, que en un momento dado puede bajar a recibir y cambiar el dibujo. Lluís Cortés dispone de muchas variantes para utilizar en función del contexto y/o del rival.
¿Quién va a ser la jugadora referencia en este equipo? Probablemente sea una de las preguntas más complejas de responder. En un equipo con tantos nombres propios es muy complicado elegir a uno por encima del resto. Hay roles que son muy claros, como que Alexia es la líder futbolística de esta plantilla, que Oshoala y Jennifer Hermoso son dos ‘killers’ insaciables, que Kheira es quién ayuda a mantener la estructura, que Mariona es, bajo mi punto de vista, uno de los mejores revulsivos de la Primera Iberdrola, que Mapi León es el muro junto con Sandra Paños. Y así podríamos encontrar la función que cumple cada una dentro del conjunto. Sin embargo, si nos tenemos que quedar con un nombre ese es Caroline Graham Hansen.

Por la ilusión que ha generado su incorporación y lo que va a significar para el crecimiento del fútbol femenino español. La noruega es una jugadora muy rápida y que tiene facilidad para desbordar; destaca por su capacidad para asistir e incidir por banda para centrar al área. Pero más allá de eso, es muy complicado ser pieza capital entre tanto talento y Hansen lo va a ser. En pretemporada ha dejado destellos de lo que se verá durante el año. Los que no la hemos podido seguir con tanta regularidad hemos alucinado con las prestaciones de una de las mejores a nivel mundial. Desde un punto de vista neutral les hago una recomendación con la ’16’ culé para este ejercicio: «Siéntense y disfruten», porque valdrá la pena.
Los objetivos que tiene este equipo están a la altura de sus posibilidades. En la Ciudad Condal tienen como prioridad conseguir -después de tantos años- alzarse con el título liguero. Un éxito al que esperan sumar también la Copa de la Reina y, por qué no, tratar de llegar a una nueva final de Champions League. Puede parecer demasiado ambicioso, pero viendo la inversión que ha hecho el club a nivel de fichajes y la cohesión de vestuario que ha logrado Lluís Cortés, unido a la mejora futbolística, las azulgrana son serias candidatas a conseguir lo que se propongan. Además, las distancias con el Wolfsburgo o el Olympique de Lyon son cada vez menores. Vinieron para quedarse y esta temporada estarán más presentes que nunca. Os presento al Barça 2019/20.
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