Los pronósticos se han cumplido, el FC Barcelona es equipo de octavos de la Champions League por séptima temporada consecutiva. Las de Lluís Cortés se llevan el encuentro de vuelta ante la Juventus (4-1 en el global) con el que siguen su idilio en la máxima competición europea. No era el rival más apetecible, pero la mayor calidad del equipo catalán les ha permitido llevarse la eliminatoria sin sobresaltos. No obstante, hemos visto errores que vienen ocurriendo desde antes de arrancar la temporada y que deben corregirse para evitar sustos ante equipos de tu mismo nivel o ligeramente superiores. Eso sí, las azulgranas tienen el domingo una cita en Sevilla para tratar de cerrar una semana perfecta.
Avisábamos el lunes que las de Rita Guarino saldrían a por todo en los primeros compases y que el Barcelona debía tener cuidado porque le cuesta arrancar. Efectivamente, las italianas empezaron apretando en su intento de achicar distancias. Por suerte, Sandra Paños estuvo atenta para evitar que el equipo encajara. No obstante, la imagen seguía sin mejorar y el cuadro local no conseguía imponer su ley e incluso se le veía impreciso en la mayoría de las acciones. Pero sabemos de sobra que el fútbol también son estados mentales y el tanto de Alexia -el primero del Barça en Champions en el Estadi- a la media hora de juego noqueó a la Juventus, que sucumbiría a partir de entonces.
Siete minutos más tarde Van Der Gragt se unía a la fiesta y anotaba el segundo de la tarde. Técnicamente no fue de la holandesa porque rebotó en una jugadora de la Juve, pero nos sirve para hablar del gran nivel que está ofreciendo esta temporada. La zaguera cuajó un gran Mundial y ha empezado como un tiro, hasta el punto de haber desplazado a Andrea Pereira de la titularidad. Volviendo al encuentro, podemos hablar de eliminatoria sentenciada. La segunda mitad sirvió para dar descanso a las jugadoras pensando en Sevilla y para ver como las bianconeri anotaban el tanto del honor después de un gran remate de Staskova. Con los deberes hechos el equipo ya está en octavos y queda a la espera de lo que dictamine el sorteo, que se celebrará el lunes. Hasta entonces a pensar en el encuentro del domingo.
Como punto positivo hay que destacar el buen hacer de este equipo en su estadio. Tres partidos disputados en el Johan Cruyff y todos han terminado en victoria con un balance de 17 goles a favor y 3 en contra; pero no solamente suman los resultados sino la imagen ofrecida hasta la fecha. Como puntos negativos -sí, destacan dos- nos centramos en la dificultad para mantener la puerta a 0 (lo han conseguido una única vez en la ida contra la Juventus en Turín) y la entrada tardía en los partidos. Curiosamente, lo primero es consecuencia de lo segundo, porque casi todos los tantos los encajan en el inicio de las partes. Ahora lo pueden solventar porque son muy superiores, pero cuando vengan rivales de más enjundia -Wolfsburgo, Lyon- o eliminatorias de Copa a un partido estos errores te condenan.
A pesar de todo hay confianza plena en el cuerpo técnico, Lluís Cortés sabe perfectamente lo que ha de mejorar para llegar a la excelencia, así lo ha venido diciendo en lo poco que llevamos de campaña. En ese aspecto la afición puede estar más que tranquila, la exigencia es el mejor camino para mejorar. Hasta entonces disfruten, porque este equipo consigue que lo hagas. El fútbol que se practica en Sant Joan Despí es digno de admirar. Cierto es que quizás luego no se gane -se verá a final de año-, pero de momento el FC Barcelona está en octavos, ha conseguido el liderato en Primera Iberdrola y puede cerrar una gran semana con victoria en tierras andaluzas. ¿Nada mal, no?
ESTADI JOHAN 