La derrota de en el Ciutat evidenció nuevamente los problemas que está teniendo el FC Barcelona en las fases con pelota donde, pese a tener jugadores capacitados para dominar el partido a partir de la esférica, le está faltando mucho dinamismo a la hora de combinarse con la intención de generar y encontrar ventajas para sus jugadores más profundos y/o desequilibrantes. Contra el Levante los inconvenientes en el manejo de la pelota aumentaron por múltiples razones, entre las que destaca la selección de nombres de Ernesto Valverde que, pese a contar con Sergio Busquets y Jordi Alba en el banquillo, decidió retrasar nuevamente a Frenkie de Jong al MC, colocar a Arturo Vidal en el once titular como interior derecho y cambiar a Nélson Semedo de perfil para darle ingreso a Sergi Roberto como lateral derecho. Dicha disposición tuvo muchos problemas a la hora de moverse dentro del terreno de juego y de aprovechar las pocas ventajas que se generaban a partir de los desplazamientos de sus compañeros. Profundicemos un poco:
La derecha con Sergi Roberto-Arturo Vidal-Lionel Messi: El ataque posicional del FC Barcelona tiene en el costado derecho uno de sus principales problemas a partir de la selección de los nombres que acompañarán a Messi. Contra el Levante, Valverde decidió colocar a Sergi Roberto como lateral y a Arturo Vidal como interior derecho lo que, en ocasiones, lo forzaba a aparecer en la zona de amplitud (Messi entre líneas y Sergi en la base de la jugada) donde no aportó desequilibrio con la pelota, no rompió para atacar la espalda de los defensores para hacer generar más espacios y, como si fuera poco, perdió la posibilidad de marcar la diferencia a partir de sus cualidades individuales.
El chileno no cuenta con las cualidades y características para cumplir con el rol que tiene el interior derecho del FC Barcelona cuando Lionel Messi aparece como extremo derecho, debido al desgaste que exige el argentino debido a sus movimientos interiores y a su poco desgaste defensivo.
Equipo estático en el carril central: Con Frenkie de Jong como MCD y no como interior, el Barcelona fue un equipo muy estático en el carril central donde solo el holandés conseguía romper las líneas de presión a partir de su conducción. Sin jugadores que se muevan al unísono para ir generando/encontrando caminos en el bloque rival, se abusó de las conducciones, aceleraciones y jugadas individuales arriesgadas en sectores de la cancha donde la pérdida generaba peligro.
Semedo y su problema de perfil: A partir de los movimientos de Antoine Griezmann hacía el carril central, Nelson Semedo (como lateral izquierdo) consiguió recibir en constantes oportunidades con ventajas pero, debido a su problema de perfil, nunca pudo aprovechar dicha situación. Siempre necesitó hacer un contacto más con la esférica y nunca intentó profundizar por el costado para aprovechar los movimientos dentro del área de sus compañeros. Al mismo tiempo, le costó interpretar los movimientos posteriores de Griezmann que, después de atacar por dentro, realizaba diagonales a espalda de los centrales para amenazar constantemente.