Después del empate contra un buen FC Andorra, el filial azulgrana viaja a tierras aragonesas, concretamente al campo del Ebro, césped artificial aunque con dimensiones amplias para poder desarrollar el buen juego que está mostrando los chicos de Pimi.
Baja muy sensible la de Monchu, que estaba siendo uno de los mejores jugadores del filial que junto a Carevic y Carles Pérez, uno por lesión y otro por estar en dinámica del primer equipo.
El once que presentaba Garcia Pimienta sería el siguiente. Iñaki Peña en portería, Morer, Araujo, Cuenca y Akieme en defensa. Sarsanedas, Reis y Riqui Puig en el centro del campo y arriba Guillem Jaime, Kike y volvemos a ver a Hiroki Abe como falso 9. Cambios significativos (Mingueza y Collado) que buscan cambiar aspectos como la salida y amplitud con dos extremos sin movimientos interiorizados.
Una primera parte del filial azulgrana llevada de más a menos, iniciaba con unos buenos minutos iniciales, con dominio y ocupando de forma constante el campo rival, pero sin realizar muchas acciones de peligro, tan solo un lanzamiento de falta por Akieme. A partir del minuto 20 a consecuencia del viento y de la buena predisposición defensiva del Ebro al Barça B se le hacía algo más difícil iniciar y empezaban a abusar del juego directo, en una de esas Kike herra un mano a mano tras un movimiento extraño del balón movido por el viento. El Ebro por su parte busca la recuperación y salir de forma rápida al contraataque.
El inicio de la segunda parte no podía empezar peor, una pérdida de Reis y una falta de Cuenca le daba la oportunidad de golpear a puerta al Ebro, tras un rechace de la misma se adelantaba el conjunto aragonés, tocaba remontar. Tras el gol, el Barça B no conseguía levantarse del golpe hasta que apareció Riqui Puig, se tiró durante toda la segunda parte el equipo a la espalda y haciendo claro dominador al filial, pero seguían sin caer las ocasiones y pese a no tener el control del balón, el oficio y la veteranía del Ebro le hacía estar cómodo, pero al final el fruto acaba saliendo, en la última jugada, Guillem remata al poste y es Araujo quien empata un partido que se le escapa a los chicos de Pimienta.
Toca buscar soluciones a los partidos donde el otro fútbol te domina, te incordia y te gana.