Esta semana el Barça B viajaba a Lleida para competir esta jornada 14 contra uno de los mejores equipos de la categoría o al menos eso refleja la clasificación, segundo clasificado.
La convocatoria tenía sus problemas ya que García Pimienta no podía contar ni con Carevic, Cuenca ni Sarsanedas lesionados, Riqui Puig sancionado ni con Carles Pérez, Ansu Fati, Araujo y Morer convocados por el primer equipo, 8 jugadores, 4 de ellos titulares las últimas jornadas. Entraban los juveniles Mika, Ilaix Moriba y Antonio Jesús, aunque este último fue el descarte ya en Lleida.
Un once de garantías y donde volviamos a ver una tripleta delantera sin ningún nueve de referencia. Peña en portería, Guillem, Mingueza, Chumi y Akieme en defensas, Reis, Jandro y Monchu en la sala de máquinas y arriba, Àlex Collado, Abe y Kike.

Empezaba el partido con una primera visión clara, el filial azulgrana queriendo ser protagonista con balón y el Lleida con un repliegue medio-bajo (1.4.4.1.1) esperando para contragolpear y hacerle daño al conjunto barcelonés, los primeros diez minutos de partido el Barça B mantenía la posesión en zonas donde realmente no creaba peligro, jugando bastante en horizontal y sin llegar a precisar en ese último pase que bate líneas de presión y conseguir encarar portería rival, por su parte el Lleida se delimita a defender sin ningún tipo de problemas. El primer disparo entre palos, llegaba por parte de Monchu con un excelente golpeo de falta,algo lejana, que no pudo blocar Pau Torres y la defensa tuvo que despejar lo más lejos posible porque ya estaba Mingueza para empujarla, mientras tanto, el Barça dominador absoluto, pese a la falta de profundidad y de atrevimiento a la hora de filtrar algún que otro pase entre líneas. La primera acción de peligro del Lleida, fue una jugada por banda derecha, donde volvemos a ver la fragilidad defensiva y la falta de contundencia dejando llegar a línea de fondo y centra al extremo que ponía el balón al pie del delantero que totalmente solo enviaba el balón por encima del travesaño. En un balón directo desde su propio campo se convertía en peligro, aspecto a mejorar por parte culé. Cuando más peligro estaba llevando el conjunto de Garcia Pimienta, una jugada individual, repleta de rebotes, Liberto ponía el 1-0 para el Lleida en su segundo remate, se ponía todo en contra para el filial. Poco duró la alegría en casa del Lleida, una salida limpia del Barça que se posicionaba de forma correcta en campo contrario, le llegaba el balón a Akieme, causante de la salida, que pone un centro medido al punto de penalti y es Hiroki Abe con un salto y remate el que empata antes del descanso el partido. Dominador absoluto el Barça, pero ese dominio no se tradujo en ocasiones claras de gol ni tampoco en esa seguridad defensiva que te hace ser el poseedor del balón.
El inicio de la segunda parte fue un pulso por quién iba a dominar, si la posesión del Barça o la presión alta y el contragolpe del Lleida, entre ese pulso un acción fortuita en medio del campo dejaba tocado a Reis, que en el minuto 50 debía de ser cambiado por Ilaix Moriba, el juvenil tenía ante sí 40 minutos para demostrar su potencial. Seguía el partido muy competido, siempre con el Barça intentando llevar la iniciativa y la propuesta más posicional del encuentro, pero con un Lleida muy correcto posicionalmente, sobretodo en defensa, sabiendo interpretar que espacios liberar y ocupar para evitar la progresión, al Barça B le esta faltando la creatividad espontanea de Riqui Puig, no hay un enlace claro en el centro del campo. A falta de 20 minutos, el Barça B adelantó y aumentó el ritmo de circulación para intentar conseguir el gol que le diese a la postre los tres puntos, pero el trabajo defensivo del Lleida no le dejaba penetrar de forma cómoda al área. En una falta lateral, caía un jugador del Barça en la frontal posterior al lanzamiento y arbitro no dudaba y expulsaba a un jugador del Lleida por roja directa, quedaban 15 minutos más el añadido y el partido se le ponía más de cara al conjunto blaugrana. Una de las mejores jugadas del Barça B en la segunda mitad, después de una buena progresión ofensiva ocupando y atrincherando al equipo rival cerca de su propia portería, recibía tras un pase milimetrico de Collado, Ilaix Moriba, que con mucha frialdad picaba el balón por encima del portero y su remate se estrellaba en el larguero, pudo ser uno de los mejores goles a la hora de combinar, ocupar, recibir, excelente la jugada, pero no pudo ser, el empate siguió hasta el final del partido.
Un partido difícil en un campo complicado y aunque analizándolo con los jugadores que no se ha podido contar, el empate puede ser hasta bueno.