Duelo de filiales para abrir el año en el Estadi Johan Cruyff. FC Barcelona B y Espanyol B se veían las caras en un derbi de mucha altura. Duelo directo para los puestos de promoción de ascenso a la división de plata del fútbol español. Y no era, o es, el único derbi de la tarde. En el once que presentaba Francisco Javier García Pimienta destacaba la presencia de Abel Ruiz, que volvía a la titularidad muchos partidos después.
Primera parte de dominio alterno, de posesiones variadas, de ocasiones para los dos equipos. Lo esperado en un partido de estas circunstancias. No hubo un dominador claro del encuentro, sin ir más lejos, la posesión estaba muy repartida. 50-50, y entramos de 49-51 o 51-49. Se presentaba un partido en el que los pequeños detalles iban a decantar la balanza para uno de los dos equipos. Y así fue, sino que se lo digan a Ronald Araújo, que en una falta lateral lanzada por el capitán Monchu consiguió marcar el único tanto del partido hasta el momento. Y qué buen estado de forma el del central uruguayo. Demostrando, una jornada más, el poderío físico y aéreo que tiene. Un proyecto de central muy interesante.
Segundos 45 minutos con un guión muy similar al de la primera parte. Pero unos 45 minutos en los que el filial del Espanyol era consciente que tenía que reaccionar para no irse de vacío del Johan Cruyff. Y pese al intento de reacción del Espanyol B, el filial azulgrana cuajaba una gran jugada entre Riqui Puig, Sergio Akieme y Álex Collado, quien ponía el 2-0 definitivo en el electrónico. Ningún equipo se conseguía imponer del todo, en cuanto a juego, en el partido; pero la suerte, la determinación en el área rival fue por parte del conjunto de García Pimienta.
Un partido que, en líneas generales, el filial azulgrana mostró la calidad que tiene en todas sus líneas, y otro partido en el que el trabajo de García Pimienta se ve reflejado sobre el verde. Porque este filial juega muy, muy bien al fútbol. Tienen una filosofía de juego clara, marcada y definida. Una hoja de ruta. Eso que demandamos tanto del primer equipo, porque muchas veces se disfruta más viendo al filial que a los de Ernesto Valverde. Tres puntos de oro ante un rival directo para empezar el año.