Hablar con Bruno Alemany es hablar con uno de los periodistas deportivos de referencia en el panorama nacional. A sus 37 años encadena una década conduciendo Play Fútbol en la Cadena Ser, uno de los programas de culto en la radio. Un podcast pionero que ha ido cambiando de la mano de Alemany, de sus gustos y obsesiones. Comenzado en 2010, charlamos con el periodista castellonense sobre su trayectoria, sobre periodismo deportivo y fútbol, mucho fútbol.
La cuarentena está dibujando escenarios con cierta aroma a trinchera y barro para el gremio de los periodistas. Expuestos prácticamente las 24 horas del día a la rutina enfermiza de la actualidad pueden contar mejor que nadie que esto del teletrabajo es una de estas palabras cool que inventamos para hacer ver que no es tan jodido. «Es una locura trabajar confinado. Es una cuestión de espacio. Somos cuatro en casa, que no es excesivamente grande, y tenemos que estar pendientes de dónde estar y cuándo. Mis dos hijos tienen deberes, hacen sus rutinas… y el trabajo no para. Y sin fútbol. Tenemos que reinventarnos, buscar protagonistas, historias, pero es difícil porque todo el mundo está parado. Está siendo de locos». De jugar en campos de césped impoluto a verse inmerso en campos de barro y hierbajos. El confinamiento tiene mucho de fútbol de antes, de adaptación animal al entorno.
Play Fútbol ha cumplido diez años este mes de enero. Una cifra brutal teniendo en cuenta el complejo panorama mediático que nos acecha y que lo que más interesa del fútbol es el resultado y no el por qué se llega al resultado. Play Fútbol es un pequeño milagro. «Somos, por encima de todos, un grupo de amigos. Nos juntamos para charlar de fútbol con una clara vocación de intentar explicar el juego. Los que colaboran no cobran, lo hacen porque les apasiona, no podemos pagar así que los invitados lo hacen por amor al arte.» El programa ha seguido una evolución de la mano de Bruno Alemany. «A mi cada vez me ha ido interesando más el juego en sí. El porqué de las cosas, analizarlas. Y el programa, en los últimos 5 o 6 años ha ido en esta dirección.»
El programa es pionero en esto del Podcast, un formato cada vez más en alza pero que aún queda para sacarle todo el jugo que realmente esconde. Aún siendo un programa de radio tiene una naturaleza distinta. «El oyente de podcast y de radio son distintos. Y esto hay que tenerlo claro. El que escucha la radio es, normalmente, como algo de fondo mientras va en coche, en tren… la radio te acompaña. El podcast es algo que tu buscas de forma intencionada, hay de muchísimos temas, muy específicos. Tienes una enorme variedad, y ahí el oyente busca algo en concreto». El podcasting como arte, como forma de comunicación y de interacción está creciendo una barbaridad en España. Pero aún sigue lejos de los EUA. Como siempre, monetizar, hacer viable este formato, es lo más complejo. «El podcast no deja de ser radio. Pero todo el mundo que tenga un micro e ilusión puede hacer uno en su casa. No hace falta más. Entonces hay una enorme cantidad de oferta, es muy difícil hacerse un hueco. Tienes que ser muy bueno y encontrar la vía para hacerte visible.»
El otro día la Revista Panenka publicaba una entrevista con Ilie Oleart, creador de La Media Inglesa, en la que sacaba a colación un término que me parece esencial en el periodismo deportivo español: «distancia». El concepto de las distancia está tan bien tirado como triste es. Porque no deja de ser una muestra de hasta qué punto la Guerra entre FC Barcelona y Real Madrid ha corrompido el debate, el fútbol. Bruno Alemany tiene claro que «nunca he querido entrar en estas guerras. No me interesan lo más mínimo. Nosotros acogemos a gente que puede estar cansada de este debate Barça/Madrid y que busca otras cosas.» Por desgracia el caldo de cultivo es demasiado agresivo y decir de qué equipo eres puede suponer un handicap. El guerracivilismo que existe en el fútbol español centrado en Barça y Madrid hace que todo tenga que ser blanco o negro. «Si quieres decir de qué equipo eres, genial. Sería sano que lo pudieras decir y fuese tomado como algo normal, pero no lo veo necesario. Es como decir tu orientación sexual o cuántos hijos tienes.»

Bruno Alemany habla de fútbol, piensa en fútbol y almorza fútbol. Ve unos 17 partidos a la semana para prepararse los programas y estar al corriente de lo que va sucediendo en el incansable fútbol europeo. «Una semana de Champions supone una semana de muchísimo trabajo. Los lunes, que es cuando grabamos Play Fútbol, entro muy temprano y salgo muy tarde del estudio. Normalmente elijo un partido de Champions que me interese, que crea que pueda ser atractivo, y otro me viene dado por el trabajo. También veo uno de antes de las 19 h. Los fines de semana miro unos ocho partidos.» Una rutina exigente en la que admite que ha cambiado cosas durante los últimos años. Su forma de analizar, de acercarse al fútbol, ya no es la misma que la de hace unos años. «Antes solía fijarme en el jugador, en cómo se mueve, pero con los años he ido teniendo una mirada más colectiva, fijándome qué hace el entrenador. cada vez me gusta más y disfruto mucho analizando lo que plantean. es algo que en los grandes medios aún no está explotado y tiene mucho interés. El oyente está respondiendo muy bien».
Hablamos de fútbol. ¿Por qué la Premier es ahora el gran foco tras muchos años yendo a remolque de La Liga? «Aún teniendo muy buenos futbolistas, élite mundial, el gran cambio viene en los banquillos. Ven que en Europa están quedándose atrás y le ponen remedio. En Inglaterra está lo mejor de lo mejor en los banquillos y esto se nota. Guardiola, Klopp, Mou, estuvo Conte con el Chelsea, Poche… Incluso un grande como Emery, que puede gustar más o menos pero su palmarés está ahí, se fue a la Premier. Es el gran atractivo para los entrenadores y se está notando respecto a La Liga. El típico prototipo de entrenador inglés está desapareciendo«. Es precisamente esta modernización que está viviendo la Premier, ese tomar consciencia de sus debilidades, lo que ha provocado que haya crecido tanto como producto. Aunque uno de los sitios donde más ideas interesantes y estimulantes están apareciendo es la Bundesliga.
«Lo que está haciendo la factoría Red Bull es impresionante. No es solo dinero, sino el creer en un modelo de gestión determinado. Tienen mucha convicción en su forma de gestionar el proyecto. Una red de scoutings enorme, además con una idea muy clara de qué mercados ojear y qué prototipo de jugadores fichar: pocos brasileños o argentinos y muchos africanos o asiáticos. » Un proyecto que representa a la perfección el éxito de un modelo, de una forma de funcionar. Con el Bayern como gran ogro, la Bundesliga se dibuja como un escenario que se asemeja a un laboratorio de ideas. los equipos saben que el gigante bávaro es inalcanzable y aprovechan para promover proyectos y propuestas estimulantes. «Están saliendo enormes entrenadores: Marco Rose, Julian Nagelsmann entre otros. Pero existe un decalaje entre el talento de los equipos de la Bundesliga respecto a los de la Premier o La Liga. Es difícil que compitan en escenarios de máxima exigencia europea, pero sin duda que es una liga que marcará pautas que luego se aplicarán en las otras ligas y grandes equipos».
El fútbol, como todo en esta vida y en esta época, avanza rápidamente, prácticamente de forma enfermiza. Nada que ayer valía es hoy un seguro de nada, todo está bajo el foco de la reinvención y un intento de mejora constante. «El fútbol está en un punto de perfeccionamiento brutal. Me da la sensación que todo se tendrá que desestresar un poco, porque es imposible seguir así. Leía una entrevista en la que unos entrenadores brasileños hablaban que a los jugadores cada vez se les coarta más la libertad, ese jogo bonito. Todo es cada vez más mecanizado porque los entrenadores quieren controlarlo todo, todo el proceso. Se está perdiendo el regate, la magia. Este avance choca frontalmente con la creatividad, se tiene que intentar encontrar con un punto intermedio.» El fútbol cada vez absorbe más información, más datos. Una sobreexposición que lleva a un futuro en donde el jugador cada vez tenga más información y puede que cada vez sepa menos qué hacer con ella. «A mi me encanta la táctica, analizar los porqués, pero coartar la libertad de un futbolista te lleva hacia un juego no tan atractivo».
El mediapunta es algo parecido a una leyenda urbana. Nos recuerda a algo lejano, un cuento de navidad con el fuego crepitando. Hay posiciones que se extinguen, quizás porque el fútbol ya no las necesita, porque las expulsa o, sencillamente, porque les hace un lavado de cara en las que ya no se reconocen. «Antes había unos espacios brutales. Un tío agarraba el balón a treinta metros de la portería, entre líneas, y tenía mucho campo por recorrer. La posición de «10» tenía todo el sentido del mundo. Como la figura del delantero centro, que antes era mucho más plana. Ahora tiene que hacer muchísimas cosas.» En todo este meollo de cambios, ¿hacia dónde avanza el fútbol? ¿Qué posición está sujeta a tener más probabilidades de cambio en los próximos años? «Yo creo que los laterales marcarán qué puede hacer un equipo, qué propone. cada vez han ido ganando más relevancia y cada vez enseñan más cosas sobre qué clase de equipo quiere su entrenador. Jugando muy arriba para dar profundidad, por dentro, con capacidad para desbordar… Lo que está claro es que cada vez son más importantes para superar presiones agresivas, que es hacia dónde avanza el fútbol.»
¿Qué jugadores ficharía Bruno Alemany para el FC Barcelona? Para hacerlo más difícil le propongo tres nombres distintos; un lateral derecho, un interior adelantado y un atacante. Tienen que ser tres jugadores jóvenes, fuera del foco mediático:
Lateral derecho: Youcef Atal. «Muy ofensivo, con problemas de lesiones pero con un gran potencial. Me encaja en el tipo de lateral que busca Setién».
Interior: Julian Brandt. «Es un jugador muy polivalente, no es un interior al uso pero le podría dar ese puntito de agresividad que le falta al Barça en 3/4, tiene mucho feeling con el gol. Es muy fuerte y un jugador que ha crecido mucho.»
Atacante: Federico Chiesa. Es un futbolista con un gran juego sin balón, muy agresivo en sus movimientos y técnicamente es un jugador dotado.
Antes de terminar le lanzo cinco preguntas rápidas, para conocer un poco más a Bruno Alemany:
- Equipo más atractivo para ver: Sassuolo
- Primer ídolo: Dennis Bergkamp
- Entrenador a seguir: Julian Nagelsmann
- Primer recuerdo futbolístico: La final del Mundial 1990. La vi en casa de mi abuela e iba con Maradona. Cuando llegaron mis padres me encontraron llorando de impotencia y yo les expliqué que habían hecho cinco penales a Argentina y el árbitro no había pitado ninguno. Todo mentira, claro.