EL GALLEGO DE ORO

Luis Suárez Miramontes, fue el único jugador nacido en España que se alzaría con el Balón de Oro allá por 1960, tras seis brillantes temporadas vistiendo la camiseta azulgrana. También sería elegido Balón de Plata y de Bronce en años posteriores. Bautizado por el mismísimo Di Stéfano como «el arquitecto gallego», Suárez llegaría a convertirse en el primer español fichado por un club italiano, haciendo también histórico al Inter de Milán. Hoy, en su cumpleaños, vamos a hablar de él.

JUGAR CON LADISLAO KUBALA


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Luis Suárez abrazando a Kubala, a quién tantas asistencias acabaría brindando

El Barça atravesaba una de las épocas más brillantes de toda su historia. ElBarça de las Cinco Copas, y el siguiente, de las cuatro, parecían invencibles. Ladislao Kubala, un jugador de leyenda, hizo que muchos se hiciesen culés sólo por verlo tratar el balón sobre el terreno de juego. Loséxitos deportivos en can Barça no escondían una trifulca política ya de por sí antigua en el marco institucional. En 1953, el esperpento federativo por excelencia, privó al Barça de gozar deKubala y Di Stéfano en el mismo equipo. Un mes más tarde, las primeras elecciones presidenciales de la historia del club trajeron un nuevo presidente, que iniciaría la construcción del Camp Nou, y que traería también, a la postre, un nuevo talento al club.

Ladislao Kubala era ese jugador con el que, antes de la irrupción de Di Stéfano en Madrid, todos soñaban con emular.  Y mientras él estaba sobre el campo, en condiciones adecuadas, padeció excesivas lesiones a lo largo de los años, el Barça parecía invencible. Intratable. Su sóla presencia, por aquel entonces, ya ganaba la batalla psicológica a los rivales. Uno de esos cracks que hacían que cualquiera asistiese al campo, sólo por ver de lo que era capaz.

Luis Suárez Miramontes, nacido en A Coruña en 1935, creció jugando en equipos de barrio coruñeses, hasta que el Deportivo de la Coruña lo fichase y lo hiciese debutar, con sólo 17 años enPrimera División. Su talento era destacable y su diestra, una de las mejores que se recuerdan, pusieron al Fútbol Club Barcelona al acecho. Di Stéfano, tras una larga trifulca, recalaría finalmente en el Real Madrid. Pero no todo estaba perdido para los catalanes. Un jovencito Luis Suárez brillaba en A Coruña. Era un joven con mucho descaro, incansable, subiendo y bajando, dominando el tempo de los partidos y demostrando una calidad innata.  Suárez disputaría 17 partidos con el equipo gallego, antes de incorporarse a la disciplina Blaugrana en la temporada 1954-1955. El sueño de un muchacho gallego de compartir equipo con Kubala, se había cumplido.

DÉBIL Y ENCLENQUE


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El mítico ex-portero Platko dirigiendo un entrenamiento del F.C. Barcelona

El nuevo Barça, que esperaba volver a la senda de las victorias tras un año para olvidar, había incorporada a un gallego menudo a un equipo de altaneros y fuertes., Sorprendió a todos  su fichaje. Si, parecía talentoso, pero ¿bastaría para triunfar al máximo nivel? Preocupado por verlo tan delicado para el fútbol, Platko decidió muscular al joven. Al lado del vestuario, en Les Corts, el mítico portero ordenó colocar un “Punching Ball” y pedir a Luis Suárez que entrenase hasta fortalecer su físico con ese artilugio. El Gallego acató las órdenes, hasta que cansado y agobiado por su situación, sacó un carácter que parecía escondido en su interior. Se enfrentó a Platko y le dijo que había venido desde Coruña para jugar al fútbol, no para practicar Boxeo.

La negativa del jugador dejó a todos con la boca abierta, pero Luis Suárez demostraría sobre el terreno de juego, con el pase de los partidos, que su visión de juego, su magnífica diestra y su calidad estaban muy por encima de su menuda apariencia.

SUÁREZ BRILLA EN EL OCASO DE LOS CRACKS


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El Barça campeón de Copa en 1956

El Barça esplendoroso de Kubala parecía llegar a su fin. Pese a haber sacado al club de su estado deprimente desde los duros años cuarenta, las lesiones mermaron al crack húngaro, al tiempo que otras figuras de un Barça histórico, como César, veían ya sus mejores años bastante lejos. Entre tanto, los resultados no terminaban de acompañar a un equipo envejecido. Los cambios en la titularidad del banquillo azulgrana (cuatro entrenadores en cuatro años, Daucik, Sandro Puppo , Platko y Domingo Balmanya fueron destituidos)tampoco ayudaban a revertir la situación. Cada temporada promete, pero aquel equipo demoledor ha perdido punch con el paso del tiempo. Segundos en Liga, finalistas de Copa… Otro equipo legendario, elAthlétic de Bilbao, con Zarra a la cabeza, frenaba las aspiraciones culés. También un magníficoValencia y un renacido Real Madrid, suponían demasiado para los “viejos” talentos del Barça. No obstante, un Barça imparable en Copa se alzó con el título en 1956.

Pero en absoluto eran todo penurias y desgracias.  Un jugador, un gallego menudito, brillaba con luz propia. Su fútbol enamoraba a la afición. El interior izquierdo era su dominio absoluto. Poco a poco se iba haciendo más grande, con más peso específico  dentro del vestuario, hasta  tal punto, que entre la parroquia barcelonista ya se vislumbraban las divisiones entre los “Kubalistas” , partidarios del mítico jugador húngaro y los “Suaristas”, aficionados enamorados del talentoso jugador español. Otros cracks de aquel Barça legendario iban retirándose, como Estanislao Basora.

EL RENACER DE UN GRAN BARÇA


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Los jugadores del Barça alzan al «Mago HH» para celebrar el título de Liga

De la mano del gallego Luis Suárez, y tras cuatro años complicados en cuanto a títulos, el F.C. Barcelona se encomendó a las sabias manos de Helenio Herrera. El Mago, un auténtico crack motivador, construyó un Barça renacido de sus cenizas, salpimentándolo con refuerzoscomo Kocsis o Czibor. El Mago HH, cierra una primera temporada espectacular, ganando la Liga al todopoderoso Real Madrid de Di Stéfano, anotando 96 goles en 30 partidos y se alza con la Copa imponiéndose al Granada en la final.  También  el 1 de mayo de 1958 se ganó la primera edición de la Copa de Ferias al derrotar a la selección de Londres (6-0) en el Camp Nou. Era el comienzo de un bienio exitoso y brillantepara el club.

Luis Suárez, entonces, ya era una pieza fundamental del once de Helenio Herrera. El técnico argentino sentía una profunda admiración por el fútbol del gallego, y éste, ya rivalizaba con Kubala por los corazones de los aficionados culés. En un equipo legendario, con Ramallets,  Gracia, Olivella, Rodri, Segarra, Suárez, Vergés, Gensana, Kubala, Tejada, Villaverde, Eulogio Martínez, Evaristo, Kocsis, Czibor y Ribelles, entre otros. No obstante, la fuerza de aquel conjunto era el colectivo por encima de las individualidades. Algo de lo que Suárez participaba en construir. Su peso específico como estrella del nuevo y flamante Camp Nou, facilitó a Helenio Herrera la complicidad del resto del plantel para erigir un bloque potente por encima de la brillantez de sus nombres futbolísticos.  Luis Suárez, pese a tanto talento, ya está en boca de todos los aficionados del mundo del fútbol.

UN AÑO TRÁGICO


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¡Malditos postes cuadrados!. Imagen de la final que resume un partido “trágico”

Helenio Herrera dejaría de ser técnico azulgrana por serias desavenencias con la directiva. A finales de la temporada 59/60. Como las desgracias nunca vienen solas, el juego de los azulgrana se resintió demasiado en todas las competiciones. El nuevo entrenador nunca supo sacar el partido adecuado al bloque, perdiendo paulatinamente la identidad del equipo y deambulando en Liga con estrepitoso fracaso. El nuevo técnico, el croata Ljubiša Broćić, sólo duraría seis meses en el cargo. Su sustituto,  Enrique Orizaola, dirigió como pudo una nave a la deriva, y no obstante, pese a un fracaso copero frente al Espanyol, pudo llevar al equipo a la final de la Copa de Europa, de recuerdo más que amargo para todo el barcelonismo. En Berna, el F.C. Barcelona perdió la final frente al Benfica por 2-3, con la fortuna en contra, habiendo estrellado hasta en cuatro ocasiones un balón en los postes de la portería portuguesa y habiendo marcado un autogol. Aquella final trágica para el Barça, supuso, a la larga, la sustitución de las porterías, que pasarían de postes angulares a poster redondos.

Aquel Barça en descomposición, y tras la “tragedia” de Berna, sería el último envite de Luis Suárez con el club catalán. Acabada la temporada sin títulos, Czibor y Tejada abandonan la disciplina azulgrana. Vacas sagradas como Ramallets y Kubala se retiran. Y Luis Suárez, comprometido con Helenio Herrera, se convertiría en el primer español traspasado al Calcio, al Inter de Milán, donde a la postre lo ganaría todo a nivel de clubes.

COMPROMISO


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Luis Suárez recibiendo el Balón de Oro sobre el Camp Nou en Marzo de 1961

Era sin duda el mejor momento de Luis Suárez. Todo dependía de él en el Barça. Su talento mantuvo vivo al equipo en laCopa de Europa. Si el equipo avanzaba alguna vez, era gracias a su desempeño. Aquel año, contra todo y contra todos,Suárez era el rey del Camp Nou. Suspartidazos frente al Real Madrid de Di Estéfano, le valieron el apodo que el propio argentino le pondría a Suárez, “el arquitecto gallego”. Suárez anotaría dos tantos en el Bernabéu en la ida de Octavos de Final de Copa de Europa, que a la postre darían con el campeón en la lona y con el pase del Barça a Cuartos. Incluso en la final, que jugó lesionado, pese a la opinión de Helenio Herrera y el entonces presidente delInter de Milán, padre del actual, que ya lo tenían fichado. En aquel momento no se podían hacer cambios y Suárez, pese a poner en juego su propio futuro en el entonces idílico y predominante fútbol italiano, nunca quiso dejar a sus compañeros ni perder la oportunidad de empujar hasta el último aliento.

Sus enormes partidos en aquella competición, le valdrían, a la larga, el galardón que recibiría como jugador del Barça. El primer y único Balón de Oro español de la historia.

OTRO FÚTBOL


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Luis Suárez, pieza fundamental del mejor Inter de la historia, posando con sus compañeros

Suárez, tras la debacle en Barcelona, recalaría en el Inter de Milán de Helenio Herrera. Por aquel entonces, su fichaje fue el más caro de la época, 250 millones de liras, el equivalente a 204.000 euros actuales. Y también fue Suárez el primer español en fichar por un club italiano. En aquel magnífico equipo, de la mano del ”Mago HH” Luis Suárez seguiría completando su exitosa carrera con la consecución de tres Ligas, dos Copas de Europa y dos Copas Intercontinentales. Sería en aquel equipo en que Suárez demostrase ser el verdadero amo y señor dentro del terreno de juego.  Jugaría hasta 1970 en el Inter de Milán, año en que fue traspasado a la Sampdoria, donde se retiraría en 1973.

En ese periodo Suárez siguió en el pódium de los mejores jugadores europeos, recibiendo el Balón de Plata (en 1961 y 1964) y de Bronce  en 1965.

Suárez también fue partícipe de aquella selección española que en 1964 se hiciese con el título deCampeona de Europa de Selecciones, derrotando a la poderosa Unión Soviética. Luis Suárez fue 32 veces internacional con España.

En un fútbol aún en desarrollo, cuando el común de los equipos jugaban con sólo dos centrocampistas, Luis Suárez Miramontes, “el arquitecto gallego” demostró que el fútbol de toque y saber dominar los tiempos y mover a todo el equipo desde la medular era tanto o más espectacular que el regate al trote de estrellas consagradas como Kubala o Di Estéfano. Su extraordinaria diestra, su visión de juego privilegiada y su esfuerzo para el conjunto del equipo, hizo del menudo gallego que fichara el F.C. Barcelona, en el mejor jugador español de la historia.

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