Los avales en la situación actual

Según la Ley del Deporte 10/1990 en su artículo 38, se establecía una excepción para evitar la conversión de los clubes profesionales en Sociedades Anónimas Deportivas. Aquellos clubes que habían presentado resultados positivos recurrentes en los años precedentes tenían la posibilidad de mantenerse en el status de clubes deportivos profesionales. Los clubes que tuvieron esa posibilidad y se acogieron a la excepción fueron el FC Barcelona, Real Madrid CF, Athletic Club de Bilbao y CA Osasuna.

Una de las condiciones necesarias para mantenerse como un club deportivo profesional, no Sociedad Anónima Deportiva, era la obligación por sus administradores (Junta Directiva) de presentar un aval del 15% de su presupuesto de gastos de la temporada. Este aval se debe ir actualizando anualmente, pudiendo compensar parte o la totalidad de la cantidad avalada con los resultados económicos positivos (beneficios) de ejercicios anteriores de la Junta. Es decir, que en el momento que los beneficios acumulados por una Junta Directiva superan el 15% del presupuesto de gastos, ya no es necesario avalar por parte de la Junta Directiva.

Este es el caso de la Junta Directiva actual del Barça, que como sucesora de la de Sandro Rosell acumula los resultados obtenidos desde la temporada 2010-11. Hasta esta temporada 2019-20 estos resultados acumulados suman 192 millones de euros. Por ello, a día de hoy, la Junta Actual no ha de avalar, ya que el presupuesto de gastos de la presente temporada es de 1.007 millones de euros, cuyo 15% asciende a 151M€, por debajo de los beneficios acumulados desde la entrada de esta Junta.

Sin embargo, la crisis producida por la Pandemia va a lastrar indudablemente las cuentas de todos los clubes en esta temporada 19/20 de manera significativa. De modo que esos 192M€ acumulados se van a ver reducidos con total certeza. Algunas primeras estimaciones salidas desde el mismo club hablan de hasta 150M€ de impacto. Suponiendo que el presupuesto de gastos de la próxima temporada se mantenga en torno a los 1.000M€, todo lo que esté por debajo de 150M€ (15% del presupuesto) de beneficio acumulado obligará a avalar la diferencia por parte de la actual Junta Directiva. Es decir, toda pérdida en la temporada 2019/2020 que supere los 42M€ significaría que la Junta deberá avalar.

Esto en la situación de incertidumbre actual podría implicar que si la temporada 2020/2021 sale mal en lo económico, ese aval se ejecutaría, pagando los directivos las pérdidas, ya que si al final de su andadura en el club, la suma de los resultados de los ejercicios desde 2010, cuando entraron, hasta 2021, cuando vayan a salir, es negativo, la cantidad perdida la cubrirá la Junta Directiva en principio de la cantidad avalada, y si la pérdida es mayor, se procederá tras aprobación de la Asamblea de Compromisarios a ejercer una Acción de Responsabilidad contra la Junta saliente por el resto de la pérdidas no cubiertas por el aval a ejecutar.

Dado que se presume que no saldrá una candidatura continuista que pudiera dar una patada para adelante y actualizar el aval para la 2021/2022 sin que haya ejecución del mismo, el riesgo que asumen los miembros de la Junta al avalar para la próxima temporada es muy elevado por dos cuestiones: la inercia negativa de los resultados económicos del club en las últimas temporadas que solo han conseguido beneficio con movimientos contables artificiales de dudoso interés objetivo para el club y, por otro lado, el efecto de la pandemia en la próxima temporada, que es difícilmente medible con la incertidumbre que esto implica.

Para evitar este escenario se abren dos vías:

  1. Reducir al máximo las pérdidas de la temporada actual, adelantando ingresos y reduciendo gastos en el mes que queda.
  2. Reducir notablemente el presupuesto de gastos de la 2020/2021 para que ese 15% sea menor.

En el primer caso se enmarcan todas las operaciones de trueque (que sobrevalorando a los jugadores implicados aumentaría beneficios en la temporada actual), la venta de canteranos (cuyo valor de venta va a beneficio al 100%) o jugadores ya amortizados y la petición, ya rechazada por la plantilla, de rebajarles los emolumentos a la plantilla.

En el segundo caso, con la excusa de apretarse el cinturón por la pandemia, se englobaría por ejemplo reducir a 800M€ el presupuesto de gastos, para así bajar a 120M€ la cantidad a cubrir con resultados previos, lo que dejaría en 72M€ lo que “se podría perder” esta temporada. Aquí podríamos incluir la externalización de algunas actividades, como el merchandising del club para recibir unos royalties en vez de vender y por la tanto tener el gasto de la adquisición de los productos, que es lo que el club había buscado en los últimos años para controlar lo que produce la marca Barça y maximizar consecuentemente el beneficio de esta actividad. Atención a esta última posibilidad que todavía no ha aparecido en la palestra, y sería un atajo fácil para reducir ese aval.

Por todo lo anteriormente mencionado, los movimientos que se van a ver estas últimas semanas en busca de beneficios desesperadamente serán casi diarias. Y es que ahora ya no se trata de venderse como “buenos gestores” ante la Asamblea de Compromisarios y el conservador soci blaugrana, sino que se están jugando su patrimonio personal…

…y eso, amigos, ya es otra cosa.

2 comentarios sobre “Los avales en la situación actual

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