El Barça Femení ya está en las semifinales de las UEFA Women’s Champions League. Tras la victoria por 0-1 ante el Atlético de Madrid, el elenco blaugrana se ha clasificado para su tercera semifinal europea en cuatro años -2017, 2019, 2020- y sigue agrandando su historia en el fútbol femenino español y europeo.
Pese a ser uno de los cuatro semifinalistas en esta Fase Final del País Basco, el equipo de Lluís Cortés no dejo muy buenas sensaciones, en cuartos, ante las colchoneras. Las culés sufrieron ante el muro propuesto por las rojiblancas y sus líneas cerradas. En el apartado del gol: la profundidad y verticalidad ofensiva que caracteriza al Barça desapareció cuando llegaba el balón a 3/4 de campo. No fue hasta la salida desde el banquillo de Mariona Caldentey, que el equipo empezó a recobrar sensaciones y consiguió el gol de la victoria debido en gran parte, a la calidad y visión de juego de la jugadora balear.
Por otra parte, el rival en semifinales del Barça, el Wolfburgo, arroyó por 1-9 al Glasgow City. El equipo alemán desplegó todo su poderío en ataque ante las escocesas. Un despliegue táctico que analizaremos en este artículo:
DESPLIEGUE OFENSIVO DESDE EL INICIO
El cuadro de Stephan Lerch partió, en el estadio de Anoeta, con un 4-5-1. Un planteamiento táctico con el cual, tras el silbato de la colegiada, las jugadoras Wölfinnen salieron a por todas en el campo rival como podemos visualizar en la imagen. La línea ofensiva germana propuso un juego abierto y de vértigo con Harder de mediapunta y las centrocampistas Syrstad Engen y Popp apoyando abajo las salidas de balón ante la presión rival. Rolfö y Huth se asentaron en las bandas a modo de extremos.
SUPERIORIDAD EN LA PRESIÓN Y MARCAJE INDIVIDUAL
El fútbol ofensivo del Wolfburgo obligó a un juego para dominar el balón de forma constante por lo que una buena presión para seguir manteniendo el juego y recuperar el esférico, fue uno de los matices protagonistas del partido. El Glasgow City se veía, en muchas facetas del encuentro, en inferioridad numérica cuando quería jugar el balón. Aparte, los constantes marcajes individuales (jugadora por jugadora) del Wolfburgo obligaron a jugar en largo a las escocesas consiguiendo, las alemanas, recuperar muchos de esos balones e iniciar otra vez sus ataques fugaces y letales. Con esta presión en campo rival, impedían -debido a su juego en cotas altas del campo- posibles contraataques.
LAS AYUDAS DE SYRSTAD ENGEN Y EL DOBLE PIVOTE EN EL MEDIO CAMPO
Como hemos comentado anteriormente, pese a la gran actividad ofensiva de la delantera y centro del campo Wölfinnen, la noruega Engen realizó más bien un trabajo de apoyo a las defensas: se ofrecía a cada balón en área local para poder jugarlo arriba y poder sacarlo sin peligro cuando la zona defensiva era presionada por las jugadoras del Glasgow City.
Por otra parte, su compañera Popp también realizaba la misma función aunque en menor medida creando, de esta forma, un pivote defensivo en algunos tramos del encuentro y moldeando el once (del 4-5-1 al 4-2-3-1). Eran la conexión entre la defensa y el ataque alemán.
Pese a que Engen tuvo durante casi todo el partido un rol de ayuda y apoyo en las salidas y presiones rivales; también fue participe en gran medida del ataque vertical del Wolfburgo. La centrocampista llegó a marcar 2 goles en la primera parte.
LOS ATAQUES CON BALONES LARGOS Y CON CENTROS DESDE LA BANDA
Pese al pivote defensivo de Engen y Pupp y las ayudas para una salida de balón más pausada y ordenada; el Wolfburgo propuso también los ataques con el esférico en largo. El juego con líneas abiertas de las alemanas, propició otra forma de contraataque y salida de balón: los pases en profundidad y los pases filtrados a las extremo, desde la zona local (del Wolfburgo, en este caso), para romper las líneas escocesas y avanzar con peligro hasta línea de fondo.
La velocidad y potencia de las jugadoras de banda propició grandes centros al área del Glasgow City. Dichas asistencias desde la banda; sumado a la superioridad ofensiva y altura de las Wölfinnen, provocaron que 7 de los 9 goles fueran de esta forma: pase filtrado a la banda, avance veloz y centro al área para el remate con el pie y la cabeza (2 en propia puerta, 3 de cabeza y 2 con el pie). Que el Wolfburgo rematara casi todo balón que le llegaba, también fue un factor muy importante para la goleada; junto a sus remates lejanos cuando se tenía la oportunidad para hacerlos.
Pernille Harder fue el talismán del Wolfburgo. Su efectividad en el gol le permitió marcar ante el Glasgow City la friolera cantidad de cuatro tantos (el 40% de los goles del partido) y guiar al cuadro alemán, otra vez más en lo que va de década, a una nueva semifinal de la UEFA Women’s Champions League.
En conclusión, el Barça se enfrentará este martes a un Wolfburgo atrevido, vertical y con el ataque en superioridad numérica como arma. El equipo blaugrana deberá desplegar todo el juego que no se llegó a ver, durante la gran mayoría del encuentro, ante el Atlético de Madrid: ideas en ataque, profundidad por las bandas, visión y temple en el centro del campo, versatilidad y saber adaptarse a todo contexto futbolístico posible. La semifinal espera expectante en el estadio de Anoeta.