El doble pivote, los cuatro atacantes y la necesidad del fichaje

En medio de un ruido institucional que aleja lo deportivo de la primera página, el Barcelona de Ronald Koeman ya ha echado a andar. La Moció contra Bartomeu y su directiva, denuncias varias y el típico salseo de rumores en época de mercado han coexistido con los dos primeros amistosos de pretemporada. En ellos, Koeman ya ha dejado entrever la idea que pretende llevar a cabo. Aspectos como el regreso a la presión alta, dos jugadores por delante de la línea defensiva y cuatro más en ataque o la gran libertad y movilidad para el intercambio posicional en fase ofensiva han sido elementos destacados en los enfrentamientos contras Nàstic y Girona; para nada concluyentes pero sí indicativos. Sobre todo, para saber en dónde necesita más el Barça reforzarse.

Las opciones de Koeman


Estos 180′ han mostrado la cantidad y variabilidad de piezas de medio campo hacia delante con las que cuenta el de Zaandam. Para empezar, diremos que Koeman ha dispuesto sus piezas en el esperado 1-4-2-3-1. Sin embargo, sería más correcto decir que delante de los cuatro defensas, hay dos centrocampistas y delante de ellos cuatro figuras que se mueven buscando armonía. No es el 1-4-2-4 del Brasil del 58, pero tampoco el 1-4-2-3-1 más rígido, pues el Barça busca hacerse más líquido e imprevisible.

Hablando de atrás hacia delante, en el manoseado y temido término «doble pivote» -nomenclatura bastante simplista y superficial-, se han visto cuatro parejas. A saber, Busquets-Aleñá; Puig-De Jong; Busquets-De Jong y Puig-Aleñá. La pareja contiene el típico reparto de roles. Si el medio derecho juega un papel más posicional y conservador; el izquierdo juega sin el freno de mano, recibiendo el pase del portero o línea defensiva, incluso situándose entre central y lateral izquierdo. Traduciendo, el medio más «posicional» ha sido Busquets y Puig (Pjanić regresó más tarde al estar confinado); mientras que el papel de regista fue más para De Jong y Aleñá.

El buen pie de todos es innegable; la cuota de inteligencia también y tampoco se ubican en paralelo en casi ningún momento. Por lo tanto, ese doble pivote académico al que se le presupone defensivo, plano y que dificulta la correcta distribución de jugadores, en el Barça de Koeman como por ejemplo en el Ajax de Ten Hag (y Schreuder), no es tal.

Por delante de ellos, cuatro atacantes. Y más que dos extremos, un mediapunta y un delantero, el Barça se ha mostrado con tres «mediapuntas» (derecha, centro e izquierda) y un delantero que puede ser un «mediapunta» más (Griezmann+Messi) o un ariete más corriente (Braithwaite). Con esos cuatro jugadores, más la subida de los laterales y la ubicación de los medios, Koeman busca dotar al equipo rapidez a partir del movimiento y el intercambio posicional.

Cualquiera de los cuatro atacantes puede acercarse al centro del campo, siempre y cuando un compañero compense su posición. Hay libertad, pero con conciencia. Por ejemplo, el mediapunta izquierdo puede bajar al círculo central siempre y cuando un compañero (lateral, medio, mediapunta o delantero) acuda a tapar -compensar- ese hueco en la banda izquierda. Con ello, si se ubican de manera correcta, siempre se respetan los conceptos de profundidad y amplitud.

No obstante, el hombre que baja a apoyar es solo un señuelo. Ocurre lo mismo con el otro jugador que tira el desmarque de ruptura a la espalda de la defensa (algo que este Barça sí parece poder hacer). Lo importante siempre es lo que ocurre a espalda de los volantes rivales y por delante de los defensas. Muchas veces el balón irá a esos «señuelos», pero lo que se busca es conseguir recibir en tres cuartos con el mayor espacio/tiempo posible para el receptor.

En esa zona, a espalda de los medios, el Barcelona suele concentrar el talento por dentro. Los mediapuntas externos se cierran cuando el balón se encuentra en su perfil (han de mantenerse abiertos en inicio o cuando el balón se encuentra en el otro costado) o cuando el equipo se ha establecido del todo en campo rival (la amplitud la ofrecen los laterales en esos casos). Ubicados entre los espacios libres que dejan los jugadores rivales (intervalos) y carriles, los mediapuntas van y vienen, se abren y cierran, suben y bajan, provocando que el rival tenga que tomar decisiones. Saltar, perseguir, quedarse… Cuanto más agitas, más difícil es para la defensa estar organizada.

Por suerte para el preparador holandés, la plantilla actual del Barcelona ofrece muchas y muy variadas soluciones. Herramientas que ni Valverde ni mucho menos Setién pudieron tener. En la línea de mediapuntas, por la derecha se ha visto a Pedri (45′), Trincão (105′) y Dembélé (30′), por el centro a Griezmann/Messi1 (105′), Coutinho (45′) y Pedri (30′); y por la izquierda a Dembélé (45′), Konrad (75′) y Coutinho (60′). Arriba, aparte de cuando se han juntado Griezmann y Messi, con el francés compensando los movimientos no solo del argentino sino de todos sus compañeros de línea, Braithwaite ha jugado 75′. Cuatro posiciones, nueve nombres contando a Konrad de la Fuente y Ansu Fati, lesionado en estos dos partidos, y que bien podría jugar en cualquier posición de estas cuatro.

¿Caben Depay o Wijnaldum?


Con este inventario de medios y atacantes en la plantilla (sin mencionar que Arturo Vidal y Luis Suárez siguen aún), se antoja innecesario reforzar estas líneas. De hecho, más que faltar, sobran. Nombres como los de Thiago Alcántara, Georginio Wijnaldum o Memphis Depay vienen a redundar posiciones ya cubiertas. De otra manera, pero cubiertas. El español ya ha fichado por el Liverpool y si no hubiera llegado Pjanić sí tendría el sentido. Con Busquets/Miralem en ese mediocentro posicional, menos. El caso de Memphis, muy del gusto de Koeman, tendría que competir con Griezmann /Messi en el carril central, o Coutinho/Ansu en la izquierda. Braithwaite igual no te pone mala cara por ser suplente, pero el del Lyonnais no es de perfil bajo.

Con Wijnaldum, el abanico de opciones que tendría el técnico es más grande. Sería el perfil de centrocampista esforzado que tantos detractores como amantes tiene. El del Liverpool puede hacer de Rakitić o de Vidal, facilitaría la pero a cambio, se menguará la probabilidad de contar tanto con Aleñá o Puig, Trincão, Pedri, Ansu, Konrad… y se lo pones más complicado a dos jugadores por los que has pagado casi 300 millones (Coutinho+Dembélé) y que, en principio, se quedan.

Es lógico que Koeman, ante el proyecto más exigente, inestable y corto (elecciones a la vista) que ha de construir, busque rodearse de jugadores que conoce -y que le conocen-. Sin embargo, viendo el nivel de los recién llegados, los que ya se quedan, el nombre de los que suenan, el poco dinero que hay en caja y que el plantel continúa adoleciendo de otras necesidades en la retaguardia, el conjunto catalán bien podría alterar el orden de sus prioridades en el mercado de fichajes.

1Messi y Griezmann han jugado por el carril central, permutando durante los partidos. Ante el Nàstic, Messi fue más "mediapunta", cayendo más a la derecha donde Pedri, y Griezmann, la referencia. Ante el Girona, en la hora de juego que compartieron, Messi estuvo más veces como falso nueve, pero siempre que bajaba, Griezmann ocupaba la posición adelantada.

Foto de portada: Miguel Ruiz – FC Barcelona

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