Tras una victoria de supervivencia contra el Celta de Vigo el jueves, el Barcelona se enfrentaba a un enorme desafío ante el Sevilla. Ambos equipos habían logrado ganar sus dos primeros encuentros de Liga y de ambos se espera que luchen por el título. El Sevilla llegaba especialmente motivado tras una victoria agónica en el 92 ante el Levante, y esperaba ampliar su racha de victorias a tres.
El partido acabó con un justo empate a uno, con ambos equipos muy equilibrados. El ya asentado sistema táctico de Lopetegui limitó a un Barça de Koeman aún en pleno desarrollo y el empate fue un buen resultado para ambos conjuntos.
Alineaciones

Ronald Koeman optó por repetir alineación por tercera vez consecutiva excepto por el sancionado Lenglet, sustituido por Ronald Araújo. Este cambio también desplazó a Piqué al lado izquierdo. Además de los centrales, el equipo fue el mismo con Neto; Sergi Roberto, Araújo, Piqué y Alba; Busquets y De Jong; Ansu Fati, Coutinho y Griezmann; y Messi. El flamante fichaje Sergiño Dest se estrenaba en la convocatoria y esperaba su turno en el banquillo.
El Sevilla sí que introdujo cambios. El recientemente incorporado Marcos Acuña salía de titular en el lateral izquierdo en lugar de Escudero para formar la línea defensiva junto a Jesús Navas, Koundé y Diego Carlos. El trío de medios fue el esperado Fernando, Rakitic y Joan Jordán. En ataque, Suso entró por Munir y Luuk De Jong fue el elegido en lugar de En-Nesyri, formando línea con Lucas Ocampos. La elección de De Jong en lugar de En-Nesyri demuestra que Lopetegui esperaba dominar el partido y no contraatacar.
Barcelona: falta de energía y presencia entre líneas
El Barcelona llegó al partido tras un agotador partido entre semana ante el Celta en el que jugaron con 10 jugadores más de 45 minutos y aun así lograron la victoria por 0-3. Ante el Sevilla, se notó cierta falta de energía en los jugadores. Al ser un equipo en construcción ante uno de los mejores equipos de La Liga, es normal que el Barcelona encontrara dificultades para jugar al más alto nivel durante los 90 minutos.
La sanción de Lenglet afectó al juego del Barcelona, especialmente en la salida de balón, ya que Piqué pasó al lado izquierdo y Araújo, menos técnico que Lenglet y Piqué, ocupó la derecha. Probablemente a causa de esto, Jordi Alba se convirtió en el tercer central en muchas ocasiones en la salida de balón, quizás buscando un jugador zurdo que pudiese romper líneas con sus pases. En partidos anteriores fue De Jong el que ocupó esa posición, pero en esta ocasión tanto él como Busquets se ubicaron en un doble pivote más claro por delante de la defensa.
Este cambio táctico hizo que el Barcelona perdiera la amplitud y profundidad que Alba normalmente da al equipo cuando juega de carrilero. Aun así, el lateral intentó incorporarse al ataque, pero al empezar las jugadas tan atrasado no pudo alcanzar línea de fondo tan a menudo como acostumbra, siendo el tercer jugador con la tercera posición media más atrasada del equipo solo por detrás de los centrales.
En la siguiente imagen vemos a Alba actuar de tercer central en salida de balón. Sergi Roberto y Ansu dan amplitud y ambos medios se colocan en línea. Esta disposición hizo que el Barcelona perdiera capacidad de amenaza en la banda izquierda, ya que ni Alba ni De Jong pudieron juntarse con Ansu y Coutinho como en partidos anteriores.

En comparación con otros encuentros, al Barcelona también le faltó presencia entre líneas. El Sevilla defendió muy bien y los jugadores del Barça, especialmente Messi y Coutinho, tendieron a bajar mucho para recibir el balón en lugar de esperar pacientemente a que sus compañeros los encontraran entre líneas.
También es cierto que a los culés les costó romper líneas con pases, por lo que los jugadores de calidad trataron de bajar a solucionar esto a costa de abandonar zonas de peligro cercanas a la portería. Sin Lenglet, Piqué no jugó a pierna natural, por lo que fue más difícil que los centrales rompieran la presión del Sevilla con sus pases. Además, De Jong estuvo errático y no tuvo tanto espacio de cara como en otros partidos, ya que esta vez no pudo recibir de los centrales y sí entre líneas.
En la imagen de abajo vemos un ejemplo de la falta de jugadores entre líneas. Con Busquets y De Jong compartiendo el doble pivote y los cuatro atacantes muy adelantados,nadie ofrecía líneas de pase tras la presión sevillista, por lo que el equipo se veía forzado a jugar en largo o por fuera.

En ataques posicionales, el Barcelona también sufrió por la falta de amplitud y presencia entre líneas que ya hemos comentado. El Sevilla forzó esta situación con su planteamiento defensivo. Los atacantes culés tuvieron movilidad e intercambiaron posiciones a menudo, especialmente Messi y Coutinho, con Griezmann trabajando duro pero sin recompensa. Solo Fati mantuvo bastante su posición original, pero no estuvo tan acompañado ni pudo dejar su huella como en otros partidos.
De hecho, el gol del Barcelona vino tras una buena carrera de Alba a la espalda de la defensa y uno de los pases típicos de Messi. Un error en el despeje de Navas dejó a Coutinho solo ante la portería. Con más desmarques como el del gol en la banda izquierda, Messi hubiese estado mucho más cómodo y Fati podría haber explotado mejor los espacios, pero la función de Alba en la salida de balón y la amenaza del Sevilla por banda derecha limitaron las apariciones del lateral en ataque. El Barcelona atacó mayoritariamente por el centro, donde el Sevilla se mostró sólido y no permitió que se generaran ocasiones, limitando a los culés a solo 0.93 goles esperados.

En defensa, al Barcelona también le faltó la energía mostrada en los dos primeros partidos de la temporada. Durante gran parte del encuentro el Barça usó un bloque alto pero sin agresividad a la hora de recuperar, limitándose a forzar errores en la salida del Sevilla. La presión fue efectiva en algunos tramos pero no fue constante y el Sevilla encontró formas de superarla.
Una novedad en la presión del Barça fue el marcaje al hombre que ejercieron los tres centrocampistas (Coutinho, De Jong y Busquets) sobre el centro del campo rival. Incluso cuando Fernando, el pivote del Sevilla, intercambiaba posiciones con Rakitic or Jordán, Coutinho lo seguía, por lo que no fue extraño ver al brasileño como el centrovampista azulgrana más retrasado en fase defensiva, con Buquets y De Jong presionando arriba y marcando a Rakitic y Jordán.
Eso es exactamente lo que vemos en la siguiente imagen. Fernando abandona la posición de pivote en un movimiento bien entrenado que analizaremos más adelante y Coutinho lo sigue, ocupando la posición de medio defensivo por momentos.

El Barcelona también trató de forzar al Sevilla a jugar hacia la izquierda, donde Roberto presionaba con agresividad y dejaba a Piqué y Araújo mano a mano con Ocampos y Luuk De Jong. El Barcelona contó con Alba y De Jong en el lado izquierdo, usando su velocidad para defender los envíos en largo que usó el Sevilla para salir de la presión.
En la siguiente secuencia, vemos cómo el Barcelona trata de presionar dejando libre a Acuña, el lateral izquierdo sevillista, y mandando a Sergi Roberto a la presión una vez el balón sale en dirección a él. En la segunda imagen, el Sevilla se las arregla para enviar en largo al lado contrario. Tanto Piqué como Araújo están en la derecha marcando a Luuk De Jong y Ocampos, por lo que son Frenkie De Jong y Alba los que deben cerrar en velocidad.


Esta dependencia de Alba para defender envíos en largo hizo que el lateral juagra más retrasado que de costumbre, dañando las posibilidades ofensivas del Barcelona y dejando a Fati aislado en ataque.
Al final del partido, Koeman trató de cambiar las cosas con cuatro cambios. Trincão, Pedri, Pjanic y Dest sustituyeron a Fati, Griezmann, Coutinho y Alba, este último lesionado. Trincão se situó en la derecha, dando amplitud y profundidad por aquel lado; Pedri comenzó como mediapunta antes de pasar a la banda izquierda; Pjanic se colocó como pivote centrado, con Busquets de interior derecho y De Jong de mediapunta. Dest debutó como lateral izquierdo debido a la lesión de Alba.
En los últimos 15 minutos, Pedri y Trincão más De Jong en su nueva posición le dieron al Bará más energía en la presión. Entre el descanso y el minuto 75, el Barcelona promedió 20 pases del rival por acción defensiva, y en los últimos 15 minutos esa cifra bajó a 16 gracias a una mejor presión. En los mismo periodos, el Barcelona pasó de atacar 0.20 por minuto a hacerlo 0.65 veces, además de generar la ocasión más clara del partido (0.27 xG), fallada por De Jong en el minuto 82.
La versatilidad defensiva del Sevilla y la amenaza a balón parado
El Sevilla llegó al Camp Nou con un plan bien estudiado. Los jugadores de Lopetegui supieron en todo momento qué hacer y su versatilidad tanto en ataque como en defensa fue clave para controlar el partido y limitar las opciones del Barcelona.
Al salir desde atrás, el Sevilla optó por jugar en corto, invitando al Barcelona a presionar para después cambiar el juego buscando el lado débil. Ya vimos un ejemplo de esto al analizar la presión del Barcelona. En general, los jugadores del Sevilla corrieron pocos riesgos en campo propio y simplemente se pasaron la pelota hasta atraer la presión culé.
Uno de los aspectos que dominó el Sevilla y fue crucial en su planteamiento fueron los duelos aéreos. El conjunto andaluz solo perdió un 33% de los duelos aéreos, siendo clave para ayudar al equipo a ganar segundas jugadas y continuar sus ataques tras jugar en largo.
Otro movimiento táctico muy interesante del Sevilla fueron las rotaciones en el centro del campo. Ante el marcaje al hombre que planteó el Braça, los tres centrocampistas sevillistas intercambiaron posiciones para arrastrar a sus marcadores fuera de sus zonas de partida. Fernand fue clave en esto. El brasileño se colocaba o bien en posiciones muy atrasadas entre los centrales, donde Coutinho no llegaba a presionarlo y desde donde podía armar juego, o se iba hacia arriba arrastrando a Coutinho con él y dejando espacios para que Jordán y/o Rakitic bajaran y distribuyeran. Luuk De Jong también se benefició de estos movimientos, bajando a recibir y creando superioridades cuando Frenkie De Jong y Busquets dejaban a Coutinho como el más atrasado del medio campo.
En la siguiente secuencia vemos a Fernando realizar ambos movimientos. En la primera imagen, vemos cómo conduce el balón entre los centrales, atrayendo la presión. Una vez Coutinho salta, juega atrás con el central y se desmarca hacia arriba (segunda imagen), arrastrando a Coutinho y abriendo un hueco para que Rakitic baje y juegue.


Un último ejemplo de esto. Fernando una vez más se coloca muy adelantado, con Coutinho a su lado, mientras que Rakitic y Jordán bajan y atraen a los pivotes culés. Luuk De Jong también baja y fuerza a Piqué a elegir entre seguirlo fuera de su zona o dejar a Coutinho defendiéndolos tanto a él como a Fernando.

Estos movimientos del Sevilla fueron útiles para superar la presión pero no crearon mucho peligro. De hecho, el Sevilla produjo en corners 0,97 de sus 1,25 goles esperados y cinco de sus diez tiros. Una vez más, el poderío aéreo del Sevilla fue clave, pero el Barcelona pudo evitar el gol de haber reaccionado más rápido.
En los primeros minutos del partido, el Sevilla se aprovechó de la ingenuidad del Barcelona al defender los saques de esquina, sacando dos veces rápido y en corto y generando las dos ocasiones más claras del partido (0,34 y 0,27 goles esperados) además de su único gol. En las siguientes imágenes vemos ambos saques de esquina y el espacio que el Barcelona concedió para el centro, siendo la segunda la jugada del gol. En ambos casos, Fati podría haber reaccionado antes para tapar el centro, pero también habría necesitado a alguien con él para evitar el dos contra uno.


El Sevilla alternó con efectividad entre una presión alta y un bloque bajo muy efectivo. Este último impidió completamente al Barcelona jugar entre líneas, ya que los dos triángulos formados por los centrales y Fernando y por Fenrnado y los interiores fueron muy compactos y no concedieron ningún espacio. En algunos momentos, Fernando incluso se incrustó entre centrales, limitando aún más los espacios en la frontal del área.
Podemos ver esta estructura defensiva en la imagen siguiente, con los laterales muy cerca de los centrales y los extremos defendiendo muy atrás. El Sevilla forzó al Barcelona a jugar hacia las bandas, donde faltó desborde. El Barça solo completó diez regates durante el partido. Coutinho, Alba, Roberto, Griezmann y Pedri no lograron regatear ni una vez, Trincão y Fati solo una cada uno, y Messi cinco.

Los cambios no le sentaron especialmente bien al Sevilla. En-Nesyri y Munir entraron por Ocampos y Suso, por lo que el Sevilla perdió calidad y ganó velocidad, pero no fue efectivo ya que el Barcelona controló más el balón en los últimos minutos y no consiguieron oportunidades a la contra. En los últimos 15 minutos, Gudelj entró por Rakitic para defender el empate.
Conclusión
Un Barcelona en construcción se enfrentó a uno de los mejores equipos de La Liga y no logró demostrar superioridad. El Sevilla demostró ser un equipo sólido y flexible, capaz de adaptarse a las exigencias del partido, limitando al Barcelona a unas pocas ocasiones y mereciéndose el punto que lograron en el Camp Nou.
Ambos clubes pueden sacar algunas conclusiones positivas para el futuro. El Barcelona fue sólido en defensa menos en los corners y, aunque su presión no fue la mejor, han mejorado su defensa posicional con respecto al año pasado. Por otro lado, el Sevilla volvió a demostrar que puede competir ante los equipos top del continente y se presentó como una seria alternativa al título de Liga.