Choque de normalidades

Vivir en pandemia. Normalizar que nuestras vidas hayan girado por completo. No quedar con los nuestros, cuidar al máximo las distancias o el uso de mascarilla. Con sus más y sus menos, estamos integrados en la nueva normalidad, aunque ya no es tan nueva. Si en unos meses el virus se deja controlar, la nueva normalidad será la antigua, aquella que conocíamos en febrero de 2020, antes de que todo estallase. En la realidad actual, existen situaciones a las que uno no es capaz de adaptarse. Como quién sale de casa esperando evitar la nostalgia, pero nada más empezar a vivir solo se da cuenta de que la vida no es tan fácil. Un sentimiento acrecentado en el Estadi Johan Cruyff. Todos salieron de casa a sabiendas que estaban ante un día grande, pero una vez en el verde, el silencio se hizo inmenso.

Llegar al estadio viendo los escudos de FC Barcelona y Real Madrid en el vídeomarcador. Intuir desde el calentamiento que no es un día cualquiera, porque es día de Clásico. El hormigueo antes de un Mourinho contra Guardiola en 2008 es el mismo que un Lluís Cortés contra David Aznar, de un Jakobsson contra Oshoala o de Ivana Andrés contra María León. Saber que ver rodar el balón es sinónimo de presenciar una pequeña parte de la historia. Esa que contaremos en unos años con nostalgia. «Ahora lo tienen todo, pero nosotros las vimos pelear». En mitad del ensueño, cuando todavía no has asimilado lo que ocurre, aparece Alexia Putellas, para recordarte que esto es «solo fútbol». Ya te puedes esforzar en hacerlo tú, que vendrá ella y lo hará fácil. Primer tanto de la historia de los clásicos en el Estadi Johan Cruyff.

Con el marcador abierto la vida es más fácil. La presión del partido se desvaneció a ritmo de récord. Alexia estrenó, anotó el tanto número 100 con el Barça en liga (dato de Marc Andrés) y el número 70 del equipo en competición doméstica esta temporada. Las azulgrana están tan acostumbradas a la excelencia, que parecen números pequeños, pero imaginen que estuviésemos hablando de cualquier otro equipo. Es una locura. Con todo, no habían dicho la última palabra, como si quisieran demostrar que el Real Madrid no es más que cualquier otro rival. Jenni Hermoso, por undécima vez este año, vio puerta tras aprovechar un rechace de Misa. Quince minutos después, Oshoala ponía dos más de distancia para dejar el partido sentenciado.

A partir de entonces, el partido entró en una fase de somnolencia en la que el Barcelona seguía intentando aumentar distancias, mientras que el Madrid quería más. Las blancas vieron como Misa se iba expulsada del partido. Poco después, un contraataque liderado por Jakobsson terminó en un penalti dentro del área culé que supuso la expulsión de María León. Olga Carmona no desaprovechó la oportunidad de poner el tanto del honor y el primero de las blancas ante el FC Barcelona en dos encuentros. Con todo, la victoria se quedó en la Ciudad Condal y el equipo pone cinco de distancia pese a los choques aplazados. Este equipo está preparado para luchar contra todo. Eso sí, siempre nos quedará el mal sabor de boca de un estadio vacío para un partido que dará mucho que hablar en breves. Que termine el Coronavirus, que tenemos nostalgia de fútbol con gente en los campos.

Foto: FC Barcelona Femení

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