Día festivo previo a verano en Barcelona. Con buena temperatura Ciudad Condal se recuperaba de las celebraciones de Sant Joan la noche anterior. Para los aficionados al fútbol masculino, resaca de la victoria de España que certifica el pase a octavos de la Eurocopa y semifinales de la Copa de Campeones que el Juvenil A azulgrana disputa ante el Málaga. Para los seguidores del fútbol femenino, semana de final de temporada con los dos últimos partidos de las tricampeonas, empezando por el Sporting de Huelva y terminando el domingo contra el Eibar. Ambos encuentros en el Estadi Johan Cruyff, sin más aliciente que disfrutar del equipo que ha encandilado a toda Europa esta temporada y de ver si Jenni Hermoso puede lograr el pichichi en Primera Iberdrola. 1266 personas se acercaron al feudo culé para disfrutar de la penúltima victoria del ejercicio futbolístico 2020/21.
Lluís Cortés volvió a presentar un once con rotaciones debido a la carga de partidos (4 en 7 días) que tiene el equipo en este final de campaña. El técnico de balaguer alineó a las titulares, a excepción de Gemma Font (por Sandra Paños) y Laia Codina (por María León). Empezó avisando el Barça a los dos minutos de partido con un tanto de Aitana anulado por fuera de juego. Las azulgranas quisieron imponer su ley desde el primer minuto ante un Sporting de Huelva que esperaba en bloque bajo con constantes saltos a presión de interiores. Ante esto, las locales buscaron generar peligro por bandas, con Lieke Martens trazando diagonales hacia dentro y Caroline Graham Hansen buscando la profundidad abierta en la derecha. Las ocasiones de peligro llegaron, pero se econtraron con una inspiradísima Anna o con la falta de acierto de cara a puerta.
Al paso de los minutos, el Barça empezó a combinar acciones por banda y por el centro mediante los movimientos de Jenni y las incorporaciones de futbolistas de segunda línea al ataque, en especial Aitana, pero la tupida defensa sportinguista no dejaba generar peligro real. Siguieron al acecho las locales, que tuvieron una oportunidad muy clara de Alexia como preambulo al tanto de Lieke Martens, que en el minuto 22 remató con el escudo un centro por la derecha de Caroline Graham Hansen. El Sporting de Huelva respondió a los tres minutos con un disparo tenso de Mayra al palo, pero más allá de esto el Barça replicó con el segundo del partido, obra de una Jenni Hermoso que, con 28 tantos, se quedaba en ese instante a un solo tanto de Esther González (29) en la pelea por el pichichi. Poco más se pudo ver en una primera parte que llevó la ventaja de 2-0 a los vestuarios.
La segunda mitad arrancó con disparo potente y cruzado al palo de Caroline Graham Hansen como último acto del encuentro para la noruega, que fue sustituida por Mariona Caldentey. También entró Jana Fernández en el sitio de Andrea Pereira para formar zaga con Laia Codina y Bruna Vilamala en lugar de Alexia Putellas. Previo aviso de Marta Torrejón a la hora de partido, en el minuto 63 Aitana Bonmatí ponía el tercero del partido en el marcador. Lluís Cortés volvió a mover el banquillo dando entrada a Crnogorcevic (por Melanie) y Oshoala (por Aitana). Los cambios no modificaron nada a nivel de esquema, sino que aportaron otros perfiles para atacar a las onubenses. De hecho, a quince minutos del final de partido, Jenni Hermoso pudo poner el cuarto (y el empate en el pichichi), pero su remate rebotó en la madera. Todavía tendría tiempo el equipo catalán de anotar el cuarto y el quinto, pero no sería Jenni, sino Oshoala y Torrejón las que cerrarían el marcador con dos remates de cabeza directos al fondo de la red.
El FC Barcelona terminó su tercer partido en siete días con una nueva victoria ante su afición en el Estadi Johan Cruyff, la penúltima esta temporada. Con la calma que da el no tener objetivos competitivos ni que ninguno de los dos equipos tenga nada en disputa, la temporada 2020/21 va bajando el telón. Las culés han tenido tantos partidos después de lograr levantar el triplete que en cierta medida el éxito ha quedado diluido en el recuerdo, como si hubiese empezado una temporada que nunca terminó. También han influido las noticias surgidas en los últimos días sobre la tensión en el vestuario entre entrenador y plantilla. Entre una cosa y otra, parece que fue hace mucho tiempo que este equipo tocó el cielo. El tiempo nos ha pasado a la velocidad del COVID, es decir, sin tener fijas las referencias. El Barça encara el último partido de su temporada (la temporada) con sensaciones extrañas. En el campo el engranaje sigue funcionando por inercia, pero da la sensación que algo se ha roto y que ya no volverá a ser lo mismo. Queda disfrutar del último encuentro el domingo ante el Eibar y después el tiempo dirá.