Escrito por David Ruiz (Tw: @DavidRS15) en la web del Estadi Johan.
Los últimos meses de la carrera futbolística de Pierre-Emerick Aubameyang, muestran un jugador claramente a la deriva. Perdió la capitanía del Arsenal FC donde era el jugador mejor pagado por numerosos actos indisciplinarios ante un inflexible Mikel Arteta que también lo apartó de la dinámica del equipo. Parecía que había tocado fondo pero podía redimirse en la Copa África y mostrarse para conseguir una salida en el mercado invernal, pues todo lo contrario, no llegó ni a debutar. La selección de Gabón emitió un comunicado donde anunciaban que tanto Auba como Mario Lemina abandonarían la concentración por problemas cardíacos derivados de haber sufrido el Covid. El problema es que no parece ser cierta dicha información, ya que Freddhy Koula, periodista de RFI Radio Foot, informaba que ambos jugadores llegaron ebrios al hotel de concentración el día 17 de enero junto a un par de mujeres, que de acuerdo con esta fuente sería la razón por lo que fueron excluidos, corroborado en las pruebas médicas del conjunto gunner donde no existían tales dolencias.
A nivel deportivo tampoco atraviesa su mejor momento. Tras tocar techo en el Emirates Stadium, codearse con las grandes leyendas del conjunto londinense y consumar una renovación estratosférica en septiembre de 2020, vio como sus números goleadores se reducían hasta anotar 14 goles en todas las competiciones y 4 en la actual con 14 partidos disputados (12 de titular y 7 completados). Si bien es cierto, que son números que posiblemente mejoren la nula producción ofensiva de este FC Barcelona que se ve atado de pies y manos por la herencia recibida y un límite salarial que sigue ahogando sus apariciones en cada mercado de fichajes.
Sin poder combatir por nombres más suculentos, se rumoreó con mucha fuerza la opción de Álvaro Morata, en una operación un tanto compleja. El Atlético de Madrid no quiso poner de su parte y en el Deadline Day se abrió la posibilidad de adquirir al delantero gabonés debido a que si tenía el beneplácito de la entidad inglesa. La verdad, que sus actos de indisciplina o el dudoso rendimiento deportivo, podían quedar de lado, dada la situación que vive el Barça y trayendo un jugador libre o cedido, con un salario muy ajustado para poder cumplir el Fair Play Financiero y con la esperanza de ver una versión más que aceptable que diera un empujón siendo diferencial, para abordar los objetivos de esta temporada.
Finalmente se consumó la carta de libertad, el panorama aún era más positivo. Aubameyang según The Times recibía 8,38 millones de euros de los cerca de 33 millones que le faltaban por estos 18 meses que le restaban de contrato. En el Arsenal preferían no tener que pagar esos 24,62 millones y rescindir su contrato de inmediato. Se disipaba esa idea de que llegaría en forma de préstamo y en qué porcentajes se solventaría su elevado salario entre ambos clubes, su llegada libre disolvía las dudas anteriormente expuestas y solo faltaba ajustar su nuevo salario.
En tema salarios hemos visto como Dani Alves había firmado por el mínimo, Adama Traoré se acercaba a esas cifras muy alejado de lo propuesto por el Tottenham Hotspur FC o incluso Ferran Torres también hacía un gran esfuerzo para poder firmar. Todos estos inputs nos hacían imaginar que Aubameyang firmaría por una cantidad mínima, con un salario ascendente de cara a su próximo y último curso como blaugrana, pero el comunicado oficial del FC Barcelona no transmite la transparencia exigida por Joan Laporta en el Forensic hacía la Junta negligente y presumiblemente delincuente de Josep Maria Bartomeu.
En dicho anuncio se constata una cláusula de rescisión de 100 millones de euros pero la sorpresa radica en la duración de contrato, firmando hasta 2025 pero con una opción de salida pactada en 2023. Dicha cláusula sólo se entiende en dirección a eludir los controles del límite salarial o por lo menos eso hace presuponer. Vamos a tratar de discernir el monto que percibirá de forma aproximada Aubameyang en su estancia en Barcelona.En estos seis meses entendemos que cobrará el máximo que tenía el Club de espacio salarial, en torno a 2,5 millones de euros brutos. Irrisoria cantidad en relación a sus emolumentos en el Arsenal que inducen a pensar que su contrato será ascendente para compensar las estreches que tiene el Barça en estos momentos. Ese aumento está supeditado por las normas de la Liga, que solo te permitirán subir un 30% tal como cita en su Artículo 54:
Reglas para los supuestos en los que existen incrementos de retribuciones pactadas entre dos o más Temporadas de la duración del Contrato superiores a determinados porcentajes.
a) En el caso de que la duración del contrato entre el Club/SAD y el Jugador o Técnico respectivo comprenda DOS (2) Temporadas futbolísticas completas, contando la Temporada T como la primera, no podrá considerarse un incremento de las retribuciones en la segunda Temporada de más del TREINTA POR CIENTO (30%) sobre las de la precedente. En caso contrario el exceso se imputará al Coste de la primera Temporada en la cuantía suficiente hasta que se cumpla dicho incremento máximo porcentual.
Por lo tanto, el FC Barcelona no puede elevar más el salario de Aubameyang que el 30% de la anualidad que supondría su primera temporada, unos 5 millones de euros brutos (los 2,5 que hemos reflejado de sus seis meses). Los primeros seis meses recibiría 2,5 y el curso 2022/2023 unos 6,5 millones. Como máximo las dos temporadas post pacto de rescisión se irían a un máximo de unos 8,5 y 11 millones respectivamente. El problema lo encontramos en que porcentaje recaudará una vez rescindido el contrato con ese pacto en 2023, todo hace indicar, que mínimo, teniendo el contrato hasta 2025, se embolsará íntegro el salario correspondiente de la 2023/2024 (los 8,5 millones comentados) por lo que tendríamos que ver el porcentaje que quedaría por ingresar de la 2024/2025. Por lo tanto, su valoración cambia mucho de ingresar 9 millones en temporada y media, a pasar a cobrar esos máximos de 28,5 millones por las prestaciones de esos 18 meses (asegurados 17,5 millones de euros).
En definitiva, en boca del propio Laporta, ante operaciones que resultan un tanto sospechosas y viniendo de donde venimos, podemos entender la excepcionalidad dentro de la situación pero debe reflejar la honestidad que manifestó cuando respondía la diferencia de las comisiones que en un futuro se verá obligado a pagar en relación a las puestas en fiscalía de la Junta saliente, poniendo al socio al corriente de los gastos para poder evaluar de forma honesta su mandato.