El DILEMA JENNI

Escrito por Borja | Tw: @AnkaraHansen

La dirección deportiva del FC Barcelona femení tiene que tomar a lo largo de estos meses una de las decisiones más importantes de cara al futuro a corto y medio plazo de la sección blaugrana. Es la gestión de la delantera blaugrana. Sus dos delanteras que han marcado un ciclo desde 2019 finalizan contrato este verano de 2022. Sin embargo, la renovación que despierta más dudas y división entre la hinchada culé es la referente a Jenni Hermoso.

En su segunda etapa como jugadora culé Jenni Hermoso ha sido de las jugadoras más importantes en el plano atacante aportando 66 goles en estas dos temporadas y media en Primera Iberdrola. Dejando grandes actuaciones en partidos importantes y que le ha llevado a ser reconocida individualmente, como ha sido este año siendo la segunda clasificada en la carrera por el ‘Balón de Oro’, así como en el resto de premios individuales. Sin embargo, la continuidad de Jenni no debería basarse en el pasado sino en lo que puede aportar en el futuro y el coste de oportunidad que puede suponer su continuidad al no venir otra delantera con diferente perfil o mayor calidad.

Jenni Hermoso antes de finalizar esta temporada cumplirá 32 años, edad a partir de la cual las lesiones pueden aparecer con mayor probabilidad, la capacidad de recuperación es menor o simplemente a partir de la cual el físico no responde de la misma manera. Este hecho debería pesar a la hora de ofrecerla una renovación. Pero más allá de factores asociados a la edad surge la duda de las particularidades que provoca contar en un once con una jugadora como Jenni.

Jenni es una jugadora que le gusta mucho entrar en contacto con el balón, se siente extraña si pasa muchos minutos sin participar en la construcción del juego. De hecho, durante su anterior etapa en el Atlético en una entrevista se explicaba en estos términos

“Soy más mediapunta que nueve”, insiste, al mismo tiempo que añade que se desespera cuando está demasiado rato sin entrar en contacto con el balón o sin intervenir en el juego. “Ahí es cuando peco de bajar demasiado y quito referencias y espacio a las compañeras”.

Entrevista a Jenni Hermoso en ‘El País’ 07/06/2019

Algo que de primeras no casa muy bien con el juego de posición que practica el FC Barcelona en el que precisamente es importante ocupar bien los espacios y de forma racional. Jenni ha desarrollado a lo largo de su carrera una serie de hábitos respecto a su colocación y actitud sin balón que son difíciles de cambiar a estas alturas de su carrera. Si bien al jugar en el Barça ha tenido que corregirlos de alguna manera, no son pocos los partidos en los que ese deseo de tocar balón ha sido contraproducente.

Porque muchas veces no se trata de cuantas veces entra en contacto con el balón sino en qué zonas, situaciones y qué provoca en la estructura defensiva rival ese descenso. Particularmente evidente estos desajustes las veces que ha jugado en el rol de falsa nueve. Muchas veces va donde está el balón, lo cual no tiene por qué ayudar en esa situación. Pisar zonas ya ocupadas, atrayendo defensoras y sin ofrecer líneas de pase para progresar no es la mejor alternativa para un ataque posicional. La cara opuesta de como entender mejor lo que pide ese rol se puede ver en Mariona, como falsa extrema partiendo de banda izquierda. Da muestras de entender el juego posicional y lo que pide cada situación, la mejor muestra para comparar fue en la ida de UWCL contra el PSG. En vez de bajar y quedarse en la zona con balón para ofrecer apoyos, fluye de forma dinámica entre líneas reconociendo donde existe la zona para recibir con ventaja y siempre buscando ofrecer línea de pase, toco y me voy, sin sobre poblar una zona.

Al ser Jenni más propensa a quedarse en la zona a la que desciende, abandona durante más tiempo la zona de nueve obligando, ya sea una interior o extrema, a que ocupe su posición momentáneamente (para seguir fijando centrales) eliminando a una jugadora con mejor pie y mejor capacidad de giro de la fase de construcción o a renunciar a la amplitud en una de las bandas. Además, cuando desciende y entra en contacto con el balón no tiene esa agilidad en el giro y sensibilidad en el pase que sí ofrecen las interiores o algunas de las extremas culés. Si algo tiene el rol de falso nueve es que es engaño, llegando por detrás provoca dudas a los defensores de si perseguirla, cubrirla abandonando a otra marca etc. Pero una falsa nueve, además de tener gol, tiene que ser dinámica para incentivar ese engaño a defensores y hacer dudar al equipo rival.

Estos mismos defectos o vicios son más o menos los que le impide ofrecer desde la posición de interior un rendimiento cercano al de la pareja titular o a los más inmediatos reemplazos en esas posiciones como son Mariona o Patri. Los partidos contra el Køge en la segunda jornada de UWCL o la semifinal de Supercopa contra el Real Madrid son elocuentes de estas dificultades. De cara a la hipotética continuación del ciclo de Jenni en el Barça estos dos roles deberían ser marginales.

Donde puede estar el futuro de Jenni en el Barça es en una posición más de nueve. Al fin y al cabo, Jenni sigue teniendo una gran capacidad para marcar diferencias en el área, no sólo por lo que explican su número de goles, sino por los movimientos dentro del área para engañar a sus marcas y generarse una zona de remate, su alta estatura para marcar diferencias en los remates aéreos o capacidad para cuerpear con rivales y obtener una ocasión más limpia para el remate. Con esto no quiere decir que tenga que limitarse a ser una delantera más de área o destinada a fijar centrales, también puede descolgarse para acercarse a la zona de creación. Pero eligiendo mejor las situaciones para seguir generando superioridades numéricas en esa zona o arrastrar a una central y que ese intervalo que se agranda ser aprovechado por una compañera.

Jenni Hermoso volvió a fichar por el Barça en 2019 y llegó entonces siendo la mejor jugadora de la plantilla. A unos meses de vencer su contrato probablemente no esté entre las cinco mejores jugadoras de la plantilla. En 2019 era la mejor interior, falsa nueve y punta que podía tener el equipo. A día de hoy no sería el caso en ninguno de esos roles salvo en el de punta y siempre que sea cerca del área, ya que con espacios Oshoala desde la punta es indiscutible. Parece ser uno de los casos en los que la jugadora no ha crecido al mismo ritmo que el resto de sus compañeras y equipo. La cuestión que se abre para la dirección deportiva es si Jenni ya ha jugado sus mejores partidos como culé y si es la jugadora idónea por perfil y evolución para seguir protagonizando la delantera culé en este ciclo ganador del FC Barcelona femení.

El mercado hace ruido y en junio de 2022 dos delanteras de renombre acaban contrato. El primer caso es Marie-Antoinette Katoto, delantera más versátil y que aportaría más profundidad que Jenni, pero con la incógnita de cómo sería su adaptación al juego de posición del Barça, pero sobre todo la dificultad de sacarla del PSG. Y el segundo, que es el que más ha sonado estos meses, como es el de Miedema. El perfil de Miedema es también el de una jugadora que no se define sólo como nueve, sino que le gusta tener más libertad, pero que es más diferencial en el área. En unas semanas conoceremos el futuro de la delantera culé para los próximos años, importante que desde la dirección deportiva se vuelva a acertar con la decisión en esta posición por su trascendencia.

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