Artículo escrito por David Ruiz (Tw: @DavidRS15).
El partido de anoche en mi opinión entra dentro de lo normal en un contexto de relajación. Cada partido desde hace muchas semanas se ha vivido en un contexto de igual a igual, dadas las circunstancias, ya sea de disputarlos como visitantes o por nivel de equipo. Cada encuentro una final.
En la primera ocasión que el favoritismo para el conjunto culé era evidente, no se ha cumplido con las expectativas. Xavi Hernández no debe estar muy contento con el rendimiento de sus pupilos y así lo hizo ver en un descanso que ya introdujo tres cambios (acumula 14 sustituciones en 22 partidos). Jugadores como Memphis Depay o Nico González que tenían la oportunidad de hacer dudar al egarense en futuras alineaciones no dieron el nivel y además en un colectivo muy espeso no funcionaron las individualidades como las de Ousmane Dembélé, Adama Traoré o Ferran Torres.
Conceptos claves en el corto, medio y largo plazo también nos hicieron arquear la ceja, el Frenkie de Jong como sustituto de Sergio Busquets no da visos de poder asentarse y además otra alternativa como Nico, anduvo muy perdido durante los 45 minutos que disputó. Que no funcionará ni anoche, ni en la ida contra el Napoli, tampoco debe suponer que no se deje de intentar. Parece un hecho que con los jugadores disponibles, el sustituto de Busquets es Frenkie, otra cosa es si convencerá para no buscar un Plan B.

También sigue dejando dudas el nivel de Marc-André ter Stegen. Dejó la portería a cero pero esa sensación de que chute-gol nos transmite una gran inseguridad, a nosotros y probablemente a los jugadores sobre el verde. Ya vimos la facilidad para anotar de Bafetembi Gomis, en el tanto anulado del veterano ariete galo. Además Iñaki Peña puso el contrapunto con varias paradas de mérito y ofreciendo gran firmeza en las salidas aéreas. Salió cedido para demostrar que podía ser tenido en cuenta y evidenció que está preparado para tener una oportunidad en el Camp Nou como local.
En definitiva, primera mitad soporífera, a Xavi no le tiembla el pulso y segunda mitad donde se hicieron méritos para ganar aunque sin brillo. Un tropiezo que debe servir para mantener alerta a una plantilla que vive con una exigencia constante, donde en la Liga te encuentras cada semana con jornadas que son finales y además se le añadirá, previo viaje al Santiago Bernabéu, aquel famoso infierno otomano con la obligación de ganar si se quiere seguir avanzando en esta desconocida UEFA Europa League.