Artículo escrito por Diego González (@DGGonzalez_)
La relación de Miralem Pjanic con Barcelona siempre ha ido a destiempo. Tras haber sido entrenado por Luis Enrique en Roma, el asturiano recomendó su fichaje después de firmar su mejor temporada a nivel estadístico en la temporada 2016-17 con 26 años, en la plenitud futbolística. La larga sombra de Busquets desestimó la operación, mientras que cada con fracaso europeo se demandaba un sustituto para el jugador de Sabadell. Transcurrieron las temporadas y Pjanic, por su edad, ya no encajaba en los planes de renovación. La pandemia fue su “golpe de suerte” al formar parte de un trueque con Arthur para aliviar las arcas financieras arruinadas por Josep Maria Bartomeu. Así, a los 30 años, Pjanic consiguió aterrizar en el destino al que debía haber pertenecido con mayor antelación. Se especuló con la vigencia de unas condiciones que ayudarían a completar el reemplazo sobre Busquets, en cambio, Koeman únicamente le utilizó en 19 partidos de LaLiga (620 minutos) para terminar firmando su destierro hacia Estambul en la siguiente temporada. Y cuando parecía que ya nunca más volvería a vestir la camiseta azulgrana en partido oficial, sin tampoco relucir en Turquía, ahora Xavi está dispuesto en ofrecerle esa oportunidad que nunca ha tenido.
Cada temporada del FC Barcelona supone un guion repetido con los mismos protagonistas. Sin los resultados esperados, el club mantiene la fe en las “vacas sagradas”, mientras otros equipos campeones mantienen activo el plan de renovación para asegurar la continuidad en sus éxitos. El Real Madrid perdió a Sergio Ramos, Varane y Cristiano Ronaldo, entre otros, y mantuvo su hegemonía en Europa. El Bayern de Múnich tuvo que ver cómo Robben y Ribéry se despedían del club al mismo tiempo para levantar al siguiente año su sexta Champions League. Esos nombres eran piezas fundamentales de sus respectivos de sus equipos, pero ambos estaban preparados para asumir sus marchas a través de un correcto estudio de mercado. Al contrario, el FC Barcelona nunca ha sabido prepararse para afrontar ese momento al fichar jugadores con un rol más complementario que de primera escala.
Este año parece que Xavi está dispuesto a formar su alineación según el rendimiento y no mirando el historial. Tópico de entrenador o no, con Piqué se está cumpliendo la norma. El empate en la primera jornada de LaLiga señalaron dos principales responsables: Jordi Alba y Busquets. Del lateral se podía presumir una posible suplencia en el debut contra el Rayo Vallecano tras la notable pretemporada de Balde y que se tradujo en su titularidad en el Trofeo Joan Gamper. Mientras con Busi se siguió manteniendo la excepción por la importancia que supone jugar de ‘5’ en el Barça. También por un problema de los escasos recambios que se le ofrecen. Solo Pjanic parece encajar en el perfil que necesita el Barça en ese puesto, y la ausencia del primer capitán le abre la puerta a jugar de pivote titular en Anoeta.
La otra opción sería optar por De Jong, una acción que siempre ha evitado Xavi con el neerlandés al preferirle de interior. Sin embargo, el ex del Ajax asumió un papel como iniciador de las jugadas en el partido contra el Rayo Vallecano, sobre el contexto de la ausencia de Busi y el excesivo repliegue rival, rompiendo líneas en conducción y que abrió el debate sobre si debe ser el papel que debe cumplir en Barcelona para poder triunfar. De Jong nunca ha escondido que quiere “ser el primer jugador que recibe el balón de los defensas y conectar con el ataque”, por lo que puede también ser el momento ideal para probarle en esa demarcación junto a Pedri y Gavi.
En el que parece ser el último año de Busquets en el club, y como ya ocurrió con Xavi en su etapa como jugador, parece conveniente que se vaya amoldando un jugador al vacío que deje sobre el campo. No debe tratarse de un recambio inmediato, sino que se trate de un proceso basado en el reparto de minutos entre los que opositen a ocupar esa posición. Con Nico en Valencia, el partido contra la Real Sociedad puede aclarar el incierto futuro que presentan tanto Pjanic como De Jong.