Defensa nueva para la supervivencia

Articulo escrito por Jaime Alvarado (@jaimej_0295)

Desde hace un lustro, la zaga del FC Barcelona parecía un territorio donde se dificultaba plasmar novedades, renovar y construir; era una casa vieja donde se repellaban paredes, pero no se remodelaba en su totalidad. La cantidad de defensores y calidad de estos se presentaba como una línea donde el club debía poner sus esfuerzos para, por fin, relevar a jugadores que habían cumplido un ciclo y que pese a un gran rendimiento – Piqué fue el mejor central del curso anterior – debían dar aire fresco a una defensa que llevaba ahogada mucho tiempo.

Esta temporada, la línea defensiva parece respirar de forma distinta, y en los primeros partidos se ha podido comprobar que el equipo atrás estará dotado de muchas herramientas para variar disposiciones y jugar con los perfiles con los que cuenta.

Los compromisos han mostrado que el Barcelona tiene una retaguardia a la altura, tanto para protegerse a su espalda cuando toque vivir en campo rival, como para crear esa primera ventaja desde el pase, rasgo fundamental en el modelo de juego culé. Los defensores azulgranas están diciendo mucho, sobre todo en el segundo punto. Y cada encuentro ha exigido de forma dispar, pero en todos ha habido un denominador común: sacar ventaja desde cada pelota que viene de los centrales.

En los tres partidos oficiales, los zagueros respondieron asumiendo unas cuotas de balón altísimas y precisión descomunal (promediaron 50 pases por partido con 90% de estos completado), sin dejar de lado la responsabilidad de sostener los envites en transición del rival. Con el Rayo fueron los pasadores principales por el férreo marcaje y deficiente capacidad de encontrar interiores, ante el Valladolid estuvieron impolutos por la poca amenaza de los pucelanos, y contra la Real, un equipo más exigente en plano ofensivo, mostraron solidez y capacidad de sobrevivir incluso en momentos de apremio.

Aunque son valoraciones prematuras, lo cierto es que el Barça ha duplicado virtudes en sus defensas para anticipar, corregir a campo abierto, e incluso, mejorar sustancialmente su defensa en área, un rubro que en los últimos cursos corría a cargo de Piqué en su totalidad. El enriquecimiento para delegar funciones y paliar defectos entre cada una de las parejas (o ternas) le abre el abanico muy amplio a Xavi.

ERIC, EL SUPERVIVIENTE

Este deporte no perdona el error, no, lo concibe como algo fuera de lo común y lo castiga de forma vehemente. Nubla el juicio y lo termina por convertir en algo de blanco o negro, sin matices en el medio.

Cuando se ficharon centrales para reforzar la zaga, una parte del entorno asumió que Eric García sería el gran damnificado. Pero nada más lejos de la realidad.  El catalán ha sido el central que hasta ahora ha podido disputar todos los minutos en solitario, siendo además, el que mejor nivel ha ofrecido y el único que ha jugado en la parcela izquierda de la última línea. Su capacidad de resiliencia, de sobreponerse a los malos momentos, a las críticas y su gran mentalidad competitiva, le han abierto una puerta que, por ahora, invitan a pensar que será difícil que salga del once titular.

A pesar de sus problemas ya conocidos para afrontar duelos, recomponer posición si le superan y defender a campo abierto o propio si en la jugada no logra anticiparse, Eric se ha visto muy bien en todos estos apartados, enmascarándolos y sacando a relucir su dominante virtud con el esférico.

Si nos remontamos a los tiempos de Cruyff, hubo una frase con la que el flaco logró marcar a Guardiola buscando tapar sus defectos y potenciar sus capacidades. «No tienes que preocuparte en cómo defender, sino en asegurarte que tus dos compañeros en el centro del campo siguen a tú lado. Si es así, cada uno tiene que ocuparse de su zona». Quizás no del todo extrapolable al caso Eric porque es un defensa, pero nos traslada a pensar que Xavi también piensa en un Eric ventaja con balón, antes que en un Eric desventaja sin él; cree más en sus fortalezas y quiere minimizar sus carencias.

Seguramente si el de Martorell vuelve a errar, tendrá una corriente de detractores pidiendo su suplencia o salida, pero mientras siga en esta línea, el Barça podrá seguir creciendo desde su mejor central con el cuero, y sacar provecho de esa sinergia en la parcela izquierda donde también se recuesta Pedri. Una superioridad para dominar, y también, para sobrevivir mientras las piezas se van acoplando.

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