¿Le toca a Xavi ser Guardiola? La respuesta es contundente: no
Artículo de Danny Flynnk (@DannyFlynnK)
Fue hace poco más de un año que el FC Barcelona decidió destituir a Ronald Koeman como entrenador del primer equipo. En aquel momento, al margen de sus eternos defensores, se abrió debate sobre quién debía ser el sustituto ideal. En aquel momento, tal y como ocurrió en agosto, la lista de candidatos y opciones pasó a ser tema de tertulia en Twitter. Entre las opciones que se manejaban, estaba la posibilidad de fichar a un entrenador puente que trabajara con el equipo durante los siete meses de competición que restaban, una figura similar a lo que fue el fallecido Radomir Antic. Por otro lado, los partidarios de empezar un proyecto nuevo, sin pretemporada y que este entrenador se anotara la eliminación (más que probable por aquel entonces) de la UEFA Champions League.
En aquel momento, volvió a sonar con fuerza el nombre de Xavi. Tanto es así que, si retrocediéramos 365 días en el calendario, expresar dudas sobre Xavi o no “estar en la Xavineta” era sinónimo de no ser barcelonista. Porque había sido una leyenda del equipo (tal y como lo fue Koeman), había vivido muchos triunfos, fracasos y tenía experiencia como jugador (tal y como lo vivió Koeman). Además, era centrocampista (tal y como lo era Pep Guardiola) y venía sin gran experiencia en élite (tal y como vino Guardiola). Resultado: Xavi iba a ser el nuevo Guardiola. O así lo vociferaban las redes.
Un año después nos encontramos con que Xavi, para sorpresa de nadie, no es Guardiola. No lo es por mucho que últimamente Mr Chip señale que sus números son similares a los de Xavi, del que pocos días antes dijo que en sus primeros 50 partidos fue peor que Koeman. La mentira de la estadística, al fin y al cabo. Xavi vino con el Barça en estado crítico, sin fútbol ni resultados y ya durante la temporada pasada nos dio muchos ratos de lo primero a la vez que rendimiento suficiente en lo segundo.
¿Le toca a Xavi ser Guardiola? La respuesta es contundente: no. A pesar de creer que debemos evitar hacer comparaciones con el pasado, el rol que Xavi debe desempeñar esta temporada difiere mucho del que tuvo la temporada pasada. Su rol es el de Radomir Antic, por hablar de números: en la temporada 02/03, Antic recogió a un Barça 15º en Liga y lo dejó 6º, consiguiendo un 61% de los puntos posibles (12 victorias, 8 empates y 4 derrotas). En la 21/22, Xavi Hernández recoge a un Barça 9º en Liga y lo dejó 2º, consiguiendo un 62% de los puntos posibles (20 victorias, 9 empates y 8 derrotas).
Si entendemos la construcción de un equipo como parte de un proceso, esta temporada debería ser comparada con la temporada 03/04. Por la llegada de un entrenador sin gran experiencia en la élite como fue Frank Rijkaard (y como es Xavi), un gran desembolso en fichajes como Ronaldinho y otras incorporaciones de menor nombre como Rafa Márquez, Pedro Mario, Rüstü Recber (Rafa nos comentará la pronunciación correcta) o Ricardo Quaresma. Ese gran desembolso tuvo como resultado que hasta febrero Rijkaard fuera discutido por derrotas como el 5-1 del Málaga C.F o la eliminación en los octavos de final de la UEFA ante el Celtic FC. La nostalgia enturbia el recuerdo de esta temporada en la que el equipo creció sin tocar ningún metal, pero cuyos primeros meses no fueron nada positivos (55% de puntos conseguidos con 11 victorias, 7 empates y 6 derrotas en sus primeros 24 partidos).
Quizá Xavi siga ese mismo camino, aunque sus números son mejores ya que cuenta con la ventaja de llevar más tiempo. De momento parece que Xavi ha perdido seguidores, entre aquellos que aventuraban que la Europa League era un paseo y los que decían que el Inter de Milan estaba en crisis (risas enlatadas). Espero que entre sus defensores se encuentren aquellos que vivimos una situación parecida, con matices, hace 20 años, que entendemos el fútbol como un proceso y que sabíamos que Xavi no venía a ser Guardiola.
ESTADI JOHAN 