El FC Barcelona supera los dieciseisavos de final de la Copa del Rey con un 3-4 sobre el Intercity en un partido demasiado sufrido
Crónica de Joan Cebrián (@Motijoan)
Ronald Araújo, central. Enero de 2023. Seguridad es mi palabra favorita. Ni puedes ir a ningún lado sin ella ni puedes actuar sin necesitarla. Tampoco se me da bien mentir, al fin y al cabo, nuestro juego debe demostrar cómo somos. Desnuda a mi corazón, que al fin y al cabo es de lo más honrado que uno puede llegar a tener. Por eso en mi retorno al césped he decidido jugar sin complejos, siendo agresivo en el buen sentido de la palabra. ¿El gol de cabeza en el 4’? Una oportunidad que no se podía desaprovechar, mucho menos cuando he tenido la bendición de tener las condiciones de rematador aéreo. Aun así, lo que más me gusta es tranquilizar a los demás. ¿Que los extremos no están tan precisos como en los entrenamientos? Nada de lo que preocuparse, tanto Jules como a mí nos honra poder darles esa confianza de saber que un desliz no acaba en catástrofe. Después de todo, no dejamos de ser humanos. Incluso nosotros podemos estar flojos, como con el empate de Oriol Soldevila en el 59’.
Pablo Torre, interior. Enero de 2023. Que Xavi haya contado conmigo para estar en el once titular es un honor, pero no es cuestión de mentir: vine a Barcelona a pelear por ello. He intentado dar lo mejor de mí, véase en la asistencia del primer gol. Quizás no estoy en la posición de jugador más experimentado, pero si algo tengo claro es que el golpeo es determinante. A la pelota hay que saber cuándo tratarla bien, pero también cuándo quererla mal para dar un pase más largo o tenso. Lo que sí no he acabado de entender es mi cambio. ¿Qué habré hecho mal o qué podría haber mejorado para seguir en el campo? Desde luego que cansado en la segunda mitad no estaba.
Ousmane Dembélé, extremo. Enero de 2023. No te sabría dar un porqué. A veces hay cosas que son superiores a ti, que las sientes. Tienes que vivirlas por dentro para poder entenderte a tí mismo, aunque a veces sea a costa de que el resto no lo haga. Algo como el amor, sabes. Cuando las cosas van mal, seguramente sea una variante del chantaje. Pero cuando van bien quién no disfruta. Por eso es importante probar, probar y volver a probar las cosas. Sin insistencia no te sale lo de marcar gol de vaselina como el que me he sacado de la chistera en el 66’. El cuerpo a veces va solo, como un procedimiento mecánico. Los que requieren concentración mental, como las decisiones, cuestan más. Uno no nace sabiendo dar equilibrio entre el cerebro y el corazón, así que mejor abramos el melón en otro momento.
Sergio Busquets, mediocentro. Enero de 2023. Qué cosa tan curiosa llega a ser el tiempo. En la Copa del Rey sabes que no te puedes confiar ante un ‘modesto’, porque el orgullo te hace sobrevivir por naturaleza. Da igual que si el rival se llama Intercity, UE Cornellà o Cultural Leonesa. Pero antes la verdad es que no se nos escapaban los partidos tan fácilmente. Lo hemos controlado al principio, pero se nos ha vuelto a ir de las manos, como pasó en el Camp Nou contra el Espanyol. A estas alturas ya no sé ni cuál de los dos partidos me ha dolido más. A 15 minutos del final nos ha vuelto a empatar el Intercity y ha marcado el mismo jugador: Soldevilla. El centro que le han dado ha sido perfecto, todo sea dicho, pero hace tiempo que no nos podemos permitir estos lujos.
Marcos Alonso, central. Enero de 2023. A no ser que sea en mis propias redes sociales, la verdad es que no me gusta demasiado aquello de salir en las fotos. Nada fuera de lo normal, simplemente a nadie le gusta que le señalen por hacer mal su trabajo o por cagarla. Hoy, sin esperarlo, me ha tocado a mí. Un abrir y cerrar de ojos es suficiente para que te roben el balón si delante tienes a un rival mínimamente pícaro. Perdiendo la pelota en el medio del campo ya me diréis si no tiene peligro la cosa, que ha acabado en el tercero de Soldevilla. Todo después de que Raphinha nos volviera a poner por delante. Demasiadas idas y vueltas para estar en el 86’.
Ansu Fati, extremo. Enero de 2023. No le desearía a nadie lo que he tenido que pasar, y eso que estoy seguro de que hay personas que lo han pasado peor que yo. Eso de ver cómo un día pasas de estar en el cielo al infierno es un shock instantáneo. ‘Volver a ser el de antes’ es fácil desde la teoría, pero en la práctica parece una cosa completamente diferente, y más cuando has tocado fondo. Ha sido una noche rara, quién nos iba a decir que íbamos a disputar una prórroga contra un Primera RFEF. Pero ahí hemos estado, en el fondo quizás tengo que dar las gracias y todo. Porque en ese tiempo he anotado el gol de la victoria, concretamente antes del 105’. Espero que eso me de fuerza para luchar todavía más, salir adelante y disfrutar de nuevo del fútbol sin miedo. Pero volvemos a lo mismo: si algo me han enseñado las lesiones es que la paciencia aguarda.
Xavi Hernández, entrenador. Enero de 2023. La obra maestra del equipo esta noche ha sido hacer una obra maestra experimentando con todos los tipos de sufrimiento inesperados que puede llegar a vivir un club. Tan ‘loco’ como perder de vista una escultura de 38 toneladas. Ni hemos acabado 2022 como nos gustaría ni hemos empezado 2023 con tan buen pie. De todas maneras, confío en el equipo. En el futuro estaremos más ‘finos’, aunque sudaremos sin Robert.