Nadie entendía a principio de temporada la insistencia de Jonatan Giráldez con Asisat Oshoala. Geyse Ferreira estaba demostrando un mejor rendimiento en el terreno de juego, y el técnico azulgrana persistía en su apuesta por la atacante nigeriana ante la discrepancia de toda la afición del club.
No importaba que Oshoala no marcase en 90 minutos mientras sí lo hacían el resto de sus compañeras, Asisat volvía a ser titular en el próximo partido. Y una afición impaciente como es la del Barça, no entendía la decisión del entrenador e incluso exigían su salida en el mercado de invierno. Pero el fútbol -y la vida- son así de caprichosos y Asisat ha escalado hasta su mejor momento de forma. Los últimos ocho partidos le han valido para ser histórica y consolidarse como una goleadora centenaria, una cifra que antes solo habían conseguido Alexia Putellas, Jenni Hermoso y Sonia Bermúdez.
Tras el último partido en casa ante el Betis, Jonatan Giráldez definió así a Oshoala: «Actitud, ganas, predisposición. Asisat fue de las más importantes el inicio de año pasado. Le costó entrar, depende mucho de sentirse bien a nivel condicional. Está dando la versión que conocemos y queremos para lo que queda de temporada», afirmó. Y esto último lo ha demostrado en estas cuatro temporadas de azulgrana. La delantera nigeriana puede ser la mejor o la peor del terreno de juego. Puede marcar los goles más difíciles o fallar los más fáciles. Todo depende de cómo se sienta con el balón.
Lo que sí es cierto es que Oshoala ha dejado de ser aquella jugadora insegura que comenzó la temporada para ser toda una ‘killer’ del área. Yo no recuerdo una versión de ella como la actual en los cuatro años que lleva en el Barça. Asisat hasta ahora era una delantera irregular, y es por eso que siempre ha generado un poco de desconfianza al seguidor culé. Podía salir y hacer un partidazo pero también podía salir y ser casi invisible en el terreno de juego. Pero ahora no. Y hasta los detractores reconocen que es una pieza clave del equipo.
Lo más importante es que ha roto con aquella barrera del miedo y está siendo una jugadora regular después de mucho tiempo. La confianza que ahora tiene, la transmite a los demás. Y está alcanzando su máximo en el momento más importante de la temporada. Oshoala se ha reconvertido en la delantera que siempre quiso ser, y dudo mucho que ahora alguien pida que se marche. Contra el Betis le valieron 30 minutos en el terreno de juego para anotar su tercer hat-trick consecutivo, superar a Alba Redondo y volver a liderar la tabla de goleadoras de la Liga F. Oshoala ha vuelto a encontrar su sitio con la elástica azulgrana.