El Manchester United chasquea el Guante de Gemas

El FC Barcelona se despide de la UEFA Europa League tras caer por 2-1 en Old Trafford, donde ha ido de más a menos

Crónica de Joan Cebrián

«Señor Stark, no me siento bien» podría definir la visita del FC Barcelona al «Teatro de los sueños». Después de salir del Camp Nou con un empate de 2-2, los blaugranas sabían que tenían un ‘todo o nada’ en Old Trafford. También que lo afrontaban con bajas importantes. Sin embargo, como en todas las películas de superhéroes, siempre había un rincón para la esperanza. Los primeros 45 minutos alimentaron ese motor, como si al final del partido llegara la imagen del enemigo derrotado. Pero el Manchester United se repuso para poner un 2-1 y eliminar a los culés de la UEFA Europa League bajo la coletilla de «Señor Stark, no me quiero ir».

El Barcelona afrontaba la visita a Old Trafford con tres bajas trascendentales. Pedri González y Ousmane Dembélé eran baja por lesión, mientras Gavi sin lesión. La ausencia del ‘dúo dinámico’ del medio campo blaugrana era una herida abierta para el equipo. «¿Cómo iba a funcionar ‘el Barça de los cuatro mediocentros’ sin ambos?», resonaba en la cabeza tanto de Xavi Hernández como de la afición blaugrana. El egarense respondió con Sergi Roberto como falso extremo izquierdo y con el retorno de Sergio Busquets. Acompañados por Franck Kessié y Frenkie De Jong respectivamente, el conjunto dirigido con Xavi intentó controlar como podía y con lo que tenía.

La primera parte fue esperanzadora para el Barça. El Manchester United arrancó el enfrentamiento avisando a la portería de Marc-André Ter Stegen, pero el equipo de Xavi Hernández se recuperó con facilidad. La clave fue un jugador de 19 años: Alejandro Balde. Cuando el equipo estaba atascado, el lateral aprovechaba la espalda de Bruno Fernandes para generar peligro contra los red devils. Balde provocó el penal que Robert Lewandowski transformó para inaugurar el marcador. Parado en media carrera, el polaco pausó los corazones de la afición blaugrana. También el de David De Gea, que tocó el balón, pero no lo suficiente para parar la bola. Todo gracias a que un ‘chaval’ de L’Hospitalet no diferenció las calles de su barrio de un lugar como Old Trafford.

La primera buena parte blaugrana se notó a través de Sergio Busquets y Frenkie De Jong. Busquets pausaba y ordenaba el juego como quería, De Jong corregía todos aquellos espacios libres y conducía el balón. En el «Teatro de los sueños» se podía escuchar el ánimo de la afición blaugrana, que gritaba «Un dia de partit» ante la incredulidad mancuniana. Los culés desplazados hasta Manchester compartían el mismo entusiasmo que los espectadores cuando, una vez vistos Capitán América y Tony Stark, se creían que Thanos acabaría derrotado en Infinity War.

Pero el ‘nuevo equilibrio’ que reina las competiciones europeas durante los últimos años es la del descontrol blaugrana. Erik Ten Hag dio con la tecla sustituyendo a Wout Weghorst por Antony, que acabó siendo clave. Pero antes de que el exjugador del Ajax tuviera más impacto en el enfrentamiento, fue Fred el que despertó a un Barcelona ‘dormido’ en su sueño con un derechazo. Todo a pocos minutos tras el descanso, algo que se convertiría un golpe de agua fría. La agresividad de Balde hacia el espacio que anteriormente benefició al Barça, posteriormente acabó sentenciándole. Porque el United encontró a través de su banda la oportunidad de atacar la defensa blaugrana. Dejando solo a Andreas Christensen, los red devils insistieron a partir de ahí.

El peor de los presagios llegó con el tanto de Antony, encargado de chasquear el Guante de Gemas. Raphinha, que no estuvo tan acertado como en la ida, perdió el balón ante Bruno Fernandes, polémico por su pelotazo a Frenkie De Jong. Tras distintos rechaces, el exjugador del Ajax encajó un gran golpeo para batir a Ter Stegen. El Manchester United había pasado de estar reprimido a ser el dominador. De estar sorprendido a jugar mentalmente con los blaugranas. Y por tercer año consecutivo, el Barcelona se plantó en un abrir y cerrar de ojos con su tercera eliminación prematura en Europa. Soñaba con acabar con Thanos en Old Trafford, pero acabó aceptando la realidad: los ‘buenos’ no siempre ganan. Ahora el Barça tiene la tarea de volver a superar las fases del duelo y reconstruir desde el apocalipsis. Seguir trabajando con paciencia para que aquella única posibilidad señalada por el Dr. Strange se cumpla.

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