El Barcelona gana ‘como los pobres’ en el Santiago Bernabéu

El FC Barcelona se impone al Real Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey con un ejercicio de contención

Crónica de Joan Cebrián

90 minutos en el Santiago Bernabéu le han servido al FC Barcelona para aprender a Amar como los pobres en lo futbolístico. O mejor dicho, en la faceta ofensiva. La ida de las semifinales de la Copa del Rey no ha significado el mejor partido de los blaugranas durante la temporada. Tampoco era previsible que lo fuera teniendo en cuenta las bajas trascendentales que sufría. Pero en pleno duelo descafeinado con el uso del balón, el Barça ha aplicado uno por uno los versos de Gata Cattana. Se ha querido malalimentado, malvestido y malquierdo ante el Real Madrid y se ha llevado un vital 0-1 como recompensa un 0-1 vital para estar un paso más cerca de la final.

El FC Barcelona llegaba al Santiago Bernabéu ‘con lo puesto’. Sin Pedri González, Ousmane Dembélé, Robert Lewandowski y Andreas Christensen, baja a última hora del once titular por un golpe en el tobillo, la afición blaugrana tenía motivos para caer en el fatalismo. En cambio, el Real Madrid no tenía ni a David Alaba ni a Ferland Mendy. Xavi Hernández optó por sacar a Marcos Alonso y Ferran Torres, mientras Carlo Ancelotti apostó por Eduardo Camavinga para acompañar a Toni Kroos e hizo que Nacho se sacrificara una vez más. En esta ocasión, como lateral izquierdo.

Los 20 minutos iniciales fueron un sometimiento del Real Madrid al FC Barcelona. Que Jules Koundé se enfadara después de cada acción defensiva mostraba mucho el momento en el que se encontraba el Barça. Como si un gladiador llegara dormido a la arena, un gol anulado a Karim Benzema en el 11′ por fuera de juego ratificaba aquello que Koundé quería transmitir: los blaugranas debían despertar. Sin embargo, los madridistas no tenían el control necesario para finalizar con comodidad ante Marc-André Ter Stegen. Cargaban la banda derecha con balón para posteriormente trasladarlo al lado débil. Allí Vinícius Jr. esperaba con emoción. Pero Ronald Araújo se hacía grande en el duelo individual, actuando de cortafuegos de la imaginación del brasileño. ‘Querer pero no poder’ en su máxima expresión.

Precisamente una acción de Vinícius desconectó al Real Madrid. Después de un forcejeo mutuo con el blaugrana Frenkie De Jong, el brasileño vio la cartulina amarilla tras agarrar del cuello al holandés. El Bernabéu sentenció que la tarjeta era injusta y el ambiente se caldeó. El público aumentó su sed de sangre. Pero en medio de la tensión, los actores secundarios se convirtieron en protagonistas. Camavinga por ser la víctima del robo de balón, Ferran Torres y Franck Kessié por culminar la jugada que acabó con el 0-1. Torres cedió el balón al marfileño tras una recuperación y este definió como pudo. El rebote fue a parar a Éder Militão y Nacho no pudo evitar que la pelota entrara en la red.

Decía Casemiro, actual jugador del Manchester United, que cuando no sabía qué hacer con el balón, automáticamente intentaba dárselo a Kroos. Como si el alemán fuera un libro con todas las soluciones necesitadas en el difícil ejercicio de la existencia. Pero el Barcelona lo confiscó siempre que pudo. Que el Real Madrid volviera a generar más peligro que en los 20 minutos posteriores a la reanudación no fue fruto de la casualidad: el balón pasaba más por Toni. De todas maneras, ambos equipos se sentían mucho más cómodos robando la pelota que controlándola aunque no fuera en el campo contrario. Las transiciones estaban a la orden de la noche y los merengues, por mucho que insistieran, no chutaban a portería.

El único gran arrepentimiento de los culés en el Bernabéu fue que, la ocasión que tuvo Kessié para poner con sus propias botas el 0-2 en el 72′, fuera impedida accidentalmente por Ansu Fati (que sustituyó a Raphinha). Quizás, en otro momento el Barça hubiera caído en pleno pánico sólo por pensar en un ejercicio de contención ante el Real Madrid. Sin embargo, contar con el tándem Araújo-Koundé y con Ter Stegen es una manera de soportar la pobreza para los culés. Con la seguridad que aportan jugadores como ellos, el Barcelona de Xavi aprende a cautivar flores o cantar bien sus penas aunque, en enfrentamientos como este, sea a costa de ceder la posesión. Los blaugranas se marchan de Madrid amando como los pobres, pero a diferencia de Cattana, sabiendo que les tocara querer así tanto tiempo como duren las lesiones de Dembélé y Lewandowski, pero especialmente la de Pedri.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s