El Barça se despecha contra el Madrid

Los blaugranas se llevan un ‘Clásico’ que sabe a gloria por la ventaja de 12 puntos sobre los merengues en LaLiga

Crónica de Joan Cebrián

El FC Barcelona llegó al ‘Clásico’ bajo el arrollador ritmo de SAOKO y se marchó con el mismo éxito que tuvo DESPECHÁ desde su lanzamiento. El enfrentamiento contra el Real Madrid era atípico: ‘Motomami’ de Rosalía en el pecho, ventaja para LaLiga -como hacía años que no sucedía- en juego y un Camp Nou sin mosaico por primera vez desde 1992 marcaban el partido. Los culés tuvieron que pasar por todos los estados emocionales: la atención de LA FAMA, la osadía de HENTAI, la tensión de COMO UN G… Pero con el 2-1 como recompensa final para enmarcar una noche que, en un futuro, puede ser recordada con cariño por la afición blaugrana.

Pedirle al FC Barcelona que brille sin Pedri González es como exigirle a Rosalía que siga siendo una deidad musical sin El Guincho encargándose de la producción. Técnicamente tanto los blaugranas como la cantante lo consiguen, pero ese ‘plus’ que ofrece aquella exitosa compenetración se nota en su ausencia. Además, en el caso de los culés también cabía destacar la ausencia de Ousmane Dembélé, que estará dos o tres semanas más de baja. A favor del Barça estuvo que Raphinha jugó su mejor partido de la temporada. Ritmo y Brasil suelen ir de la mano, algo que el brasileño demostró durante todo el enfrentamiento con desmarques, buenas decisiones e incluso ‘regates’ de los que no es tan especialista como aparenta.

El FC Barcelona tuvo que adaptarse a la sala llamada Camp Nou. Por mucho que sonara la música de fondo, el Real Madrid impedía a los blaugranas sentirse cómodos. Los blancos necesitaban pocos pases para superar la desajustada presión culé. Aunque no finalizaran a placer como hubieran querido, el peligro seguía existiendo. Sin embargo, una vez el Barça se asentó con el balón, dominó a sus oponentes a su piedad. Sentía cómo era el centro de las miradas en la discoteca gracias a un movimiento de balón coherente y ocasiones. Lo único que echaba en falta era aquella calidad de ‘jugón’ en los tres cuartos de campo ante la ausencia de Pedri.

Sin embargo, el recorrido de los blaugranas como motomamis no implicó que todo fuera sencillo. Todo lo contrario, ya que un gol en propia de Ronald Araújo puso por delante a los merengues. Ante la ausencia del uruguayo, Vinícius Jr. voló y aprovechó el desentendimiento defensivo entre Sergio Busquets y Sergi Roberto. Roberto no hizo el cambio de marca con Busquets cuando hubiera sido lo lógico, algo que el extremo brasileño aprovechó. Vista esa oportunidad en plena oscuridad, Vinícius no dudó: centró y la fortuna le sonrió.

De todas maneras, Sergi Roberto hizo toda una declaración de intenciones: una ‘motomami’ no se lamenta, se repone. Después de numerosos intentos de atacar el área de Thibaut Courtois a través de fallidos centros laterales, uno de ellos acabó en un rechace favorable para Roberto. El canterano recibió el balón prácticamente en el punto de penalti y apretó el gatillo en cuanto pudo para superar al portero belga. Su definición podía recordar perfectamente a Robert Lewandowski, que fue de menos a más durante el partido, pero pertenecía al tipo callado. La extravagancia no sólo florece a través de la apariencia.

Que Vinícius Jr. y Karim Benzemá apenas regatearan a Araújo y Jules Koundé respectivamente mostraba el buen estado de salud del Barcelona. Los blaugranas movían la pelota de lado a lado, y a otro lado para buscar la portería blanca. Lewandowski y Raphinha remataban cada vez más ante Courtois con el objetivo de salir coronados de la disco. Los culés lo decían fácil: tenían un cinturón de seguridad y más acierto en la pelota. Se estaban marcando buenos pasos de baile a pesar de que, con sus carencias, tenía toda la pinta de pisar los pies.

Hubo un momento en el que al FC Barcelona se le paró el corazón. Dejó de responder al ritmo de Rosalía que estaba imponiendo. El cansancio en sus piernas se notó, especialmente en el minuto 80. Marco Asensio descolocó a los blaugranas tras una buena combinación entre Vinícius, Rodrygo y Daniel Carvajal. Sin embargo, el VAR invalidó el tanto por un fuera de juego extremadamente al límite. A partir de ahí los culés tuvieron que dosificarse, como el que sabe que debe seguir bailando sin pasarse más con la bebida para conseguir ese ansiado beso.

Justo cuando parecía que el Barça no iba a llegar a más, un centro de Alejandro Balde dejó en bandeja a Franck Kessié el remate ideal para poner el 2-1 definitivo. Lo hizo en el descuento, justo cuando parecía que el partido podía cerrarse con tablas. El marfileño definió a placer ante Ferland Mendy y Courtois. En el gesto de Kessié resonaba el «Te distrae’ y yo te adelanto por la derecha» de Rosalía. El Camp Nou estaba gritando de emoción. Después de semanas rodeado de un escándalo extradeportivo con más sombras que luces y críticas por su partido en el Santiago Bernabéu, el equipo se despechó. Salió coronado con 12 puntos de ventaja sobre el Madrid para encarrilar todavía más una Liga especialmente necesitada. Los actores secundarios volvieron a ejercer de protagonistas, demostrando que absolutamente todo el mundo puede ser una ‘motomami’ si se lo propone.

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