¿Por qué Xavi volvió a imponerse en un Clásico?

Tras un tempranero autogol de Araujo, los de Xavi supieron reponerse y la aparición de Kessié terminó decantando la balanza al más puro estilo Real Madrid.

Artículo de Pablo Carretero

Solemos decir que el Clásico es uno de los mejores partidos de fútbol del mundo, pero yo discrepo bastante. Un FC Barcelona – Real Madrid no es fútbol, y me atrevería a decir que no es ni deporte. Lo definiría como una batalla campal donde dos bestias se baten en un duelo encarnizado para defender su honor. 90 minutos en los que las estadísticas no importan, los antecedentes se convierten en recuerdos lejanos y el valor reside en la siguiente jugada. 90 minutos donde el fútbol pasa a un segundo plano y ganar se convierte en la única opción.

El reto de Xavi era mayúsculo: reconocer a su equipo sobre el campo sin Dembélé y Pedri en uno de los encuentros más importantes del curso, ese donde La Liga podía quedar sentenciada o más viva que nunca. Sin el canario, los azulgrana son incapaces de crear largas secuencias de pase, recibir entre líneas y atacar la última línea rival se antoja misión imposible y el plan pasa por ceder la pelota y defender cerca de Ter Stegen. La palabra «control» desaparece del diccionario de Xavi cuando Pedri no está, y sin Dembélé, el rey en el caos, todo parecía reducirse a un golpe de suerte. A pesar de no contar con dos de sus piezas más importantes, el egarense arriesgó, apostó por Sergi Roberto como cuarto centrocampista y acertó. Esta vez su planteamiento fue la carta ganadora.

El de Terrassa, al contrario que en el encuentro de Copa en el Santiago Bernabéu, encontró vías para progresar y hacer daño a los de Ancelotti. El sector derecho, con Sergi Roberto y Raphinha cuajando un gran partido, fue el principal foco de ataque. El brasileño se sintió muy cómodo con el catalán como apoyo, pues encontró en él un socio que entendió su fútbol como pocos lo han hecho hasta ahora. Raphinha gozó de libertad para venir dentro o esperar abierto, y Sergi siempre le secundó. Si Rapha esperaba abierto, Roberto rompía al espacio entre central y lateral, aclarándole así la secuencia al brasileño. Además, esta nueva sociedad combinaba, tiraba paredes, acumulaba rivales y descongestionaba el sector izquierdo para que Balde pudiese disfrutar con espacios. Raphinha es un extremo diferente a lo que tiene el Barça en plantilla: una zurda privilegiada, capacidad para no desconectarse cuando las cosas no salen y cada vez interpretando mejor el juego. Juega, hace jugar e influye en el resultado. Cada vez más necesario.

Raphinha durante el Barça – Real Madrid. Josep Lago.

Hablar del Barça de Xavi sin hacerlo primero de su línea defensiva carecería de sentido. Algo así como hablar de Batman obviando a Robin o tomarte una cerveza sin su apetitivo. No entiendes la existencia de una sin la presencia de la otra. No en vano, si juntas las iniciales de Balde, Araujo, Christensen y Koundé forman BACK, o lo que es lo mismo, los cimientos para que el conjunto azulgrana vuelva a sentirse cómodo sobre el verde. Ronald, Jules y Andreas volvieron a permitir al resto de jugadores lanzarse a la presión (de la que nacieron gran parte de las ocasiones) sabiendo que son infranqueables a campo abierto, defendieron el área en los buenos momentos del Real Madrid y con balón tuvieron la suficiente calidad y claridad para instalar al equipo en el último tercio. Alejandro Balde, además de todo esto, tuvo la paciencia en el momento clutch, algo que se echaba en falta en categorías inferiores y que eleva su techo a unos niveles de lateral TOP en Europa. Si a final de temporada hubiese que hacer un resumen, yo, sin duda, replicaría a Piqué y diría: «BACK, contigo empezó todo».

Dentro de este tipo de encuentros se juegan mil batallas y cientos de partidos distintos. Ayer, a partir del minuto 80′ el Clásico se convirtió en un ida y vuelta constante que puso decantarse para cualquier lado. Presión, nerviosismo, futbolistas que pierden la cabeza por atacar y descuidan sus obligaciones defensivas e imprecisiones, muchas imprecisiones. Y ahí Kessié, un futbolista que suele ser figurante, se convirtió en héroe. El costamarfileño, sin ser un perfil que pueda tener mayor protagonismo que el del presente curso, sí puede ser un recurso útil en contextos de ida y vuelta, donde los duelos pasan a ser protagonistas y cargar el área el principal argumento para salir victorioso.

Kessié celebrando el gol que ponía el 2-1 en el Clásico. Alex Caparrós.

Este se convirtió en el tercer Clásico consecutivo que gana Xavi como técnico del Barça, algo que no sucedía desde la etapa de Pep Guardiola. La mejor noticia, más allá de los 12 puntos de ventaja y el gran paso hacia el título de liga, es que este Barça sabe sobrevivir ante situaciones límite y puede ganar de diferentes formas cuando hace unos meses perdía en todas ellas.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s