Las últimas temporadas del Barça están siendo de ensueño. Tanto, que ahora nos parece normal colgar cada temporada un cartel de ‘Historia’, ganar todos los partidos de la liga, jugar finales de la Champions o llenar un estadio del calibre del Camp Nou.
Es y será una generación histórica. Un equipo al que recordaremos durante décadas. Creyeron en ellas antes de que (casi) nadie lo hiciera. Ellas sí, han abierto una nueva dimensión. Una que no existía, una que ni siquiera podíamos imaginar. Demostraron a la sociedad y al club que la realidad es aún mejor de lo que podíamos soñar.
Hace cuatro temporadas celebrábamos en el Mini Estadi, contra el Bayern, la clasificación a la primera final de la Champions. El principio de una era. Éramos 13.000 en el campo y ya nos parecía una auténtica locura. Ahora, algunos todavía se quejaban de los 70.000 espectadores de las semifinales contra el Chelsea. ¿En qué mundo viven? Es la tercera mejor entrada de un partido de la UWCL. Y las dos primeras también se quedan en el Camp Nou.
Cuatro finales de la Champions en cinco años, cuatro ligas consecutivas, dos ‘Sold out’ en el Camp Nou. Todo lo que podamos decir de ellas se quedará corto. Hacen fácil lo difícil. Lo que antes era imposible ahora es lo habitual. Han llevado al club a lo más alto de Europa. Han pasado de ser ‘nadie’ en Europa a ser uno de los mejores equipos del planeta. Y nos parecerá normal.
Estas jugadoras han conseguido lo imposible mucho antes de lo esperado. A nivel deportivo y extradeportivo. Y por mucho que quieran desprestigiarlo (que si las entradas son muy baratas, que si no hay nivel..) la realidad es que este equipo ya está marcando una época. Ni siquiera los números pueden hacerles justicia. Porque su transcendencia es mucho más de lo que dejan ver las estadísticas. El equipo ha encandilado a toda una afición. En el Camp Nou se corea a Alexia Putellas como solo se había alabado a Messi. Todas las niñas quieren llevar el ’11’ a su espalda.
Pocas veces se ha visto al seguidor culé tan identificado con un equipo. No había ni un móvil en la celebración del gol de Graham Hansen contra el Chelsea. Hay una conexión especial entre el equipo y los culés. Y tras sellar su pase a la cuarta final de UWCL, nadie salió del estadio. Ondeaban las bufandas azulgranas en el Camp Nou mientras las futbolistas cantaban ‘Un dia de partit’ con los 70.000 aficionados. La historia seguirá escribiéndose en Eindhoven. Incluso el peor de los resultados trae cosas positivas a un equipo tan competitivo.