Primer tiempo de campeón, sin más. Los de Ronald Koeman han impuesto su plan de partido y han reaccionado instantáneamente al tanto local sin alborotarse ni adentrarse en la inquietud. Un doblete de Griezmann para remontar el tanto inicial de un Samu Chukwueze que ha aprovechado un pase filtrado excelente de Pau Torres. Pero Mingueza se ha puesto celoso y ha decidido emular al central villarrealense con un pase milimétrico a un Antoine Griezmann que le ha metido la cuchara al cuero con el exterior del mismo pie izquierdo que sacó a pasear hace nueve meses en el mismo césped de la Cerámica. Y él mismo se encargó de aprovechar el regalo de Juan Foyth para adelantar a su equipo en el marcador. A pesar de traducirse en un simple 1-2, los azulgranas transformaron los primeros 45 minutos en un monólogo construido a través de la actitud, la intensidad, el buen juego y el dinamismo.

Cayó Messi, llegó el miedo
Empezó la segunda mitad y entró la fatiga. Jugadores como Pedri empezaron a denotar un cansancio físico totalmente lícito en un chaval de solamente 18 años y que acumula 14 titularidades consecutivas. Quien no acusa el físico es Messi, que únicamente se cae cuándo sus rivales se empeñan en pararlo de mala manera, más allá de lo civil. Tras la durísima entrada de Manu Trigueros, el agotamiento se transformó en pánico. Pocos miedos comparables con el hecho ver a Messi en el suelo; como cuando te tocas el bolsillo y no notas la cartera. Ingresan los médicos, lo atienden y sigue jugando como si nada hubiera pasado, confirmando que se trata de un ser nulamente terrenal.
El partido no se decantó y a la exhibición de la primera parte le faltó prolongarse en el tiempo. Con falta de determinación, el Barcelona no fue capaz de rematar la faena y no acabó de cerrar el partido. Aun así, acabaron llevándose una victoria de lucha, oficio y con varios aspectos a destacar, como el doblete un Antoine que golea, cumple con su rol y acierta ejerciendo el papel de socio de Lionel. Esto solamente se puede traducir en alegría para el barcelonismo, reflejada en la victoria en una de las salidas más complicas que les quedaba en este tramo final de temporada. Por tanto, el Barça se sube al tren de la Liga y la carrera de fondo continúa. Un Barcelona que, con un partido menos que sus competidores, aprovecha el pinchazo del Real Madrid y que le mete presión al Atlético. El futuro está en sus manos.